Qué es el dolor articular y cómo afecta a la vida cotidiana

El dolor articular no solo provoca molestias físicas, sino que puede impactar profundamente en la calidad de vida, limitando la movilidad, el descanso e incluso las interacciones sociales.


¿Qué es el dolor articular?

De acuerdo con el doctor Jesús López Escobar, especialista en Medicina Física y Rehabilitación, el dolor articular es una “experiencia sensitiva y emocional desagradable asociada a una lesión tisular real o potencial”. Este puede clasificarse en:

  • Dolor agudo: Dura menos de un mes.
  • Dolor subagudo: Persiste entre 1 y 3 meses.
  • Dolor crónico: Se extiende más allá de los 3 meses.

Causas más comunes del dolor articular

El origen de este problema puede ser diverso:

  1. Traumatismos: Golpes, caídas o lesiones deportivas.
  2. Depósito de cristales: Condiciones como la gota, que afectan principalmente al dedo gordo del pie, tobillo y rodilla.
  3. Enfermedades autoinmunes: Ejemplo, artritis reumatoide y lupus eritematoso sistémico.
  4. Degeneración articular: Relacionada con el envejecimiento, movimientos repetitivos y pérdida de cartílago.
  5. Causas infecciosas, tumorales o hemorrágicas: Infecciones bacterianas, hemartrosis o neoplasias articulares.

Signos de alarma

Algunos síntomas requieren atención médica inmediata:

  • Fiebre acompañada de dolor articular.
  • Dolor irradiado hacia extremidades, que puede indicar una hernia discal.
  • Pérdida de fuerza en manos o pies.
  • Dolor persistente que no responde a analgésicos.

“Cualquier dolor que no se pueda clasificar claramente como leve o grave amerita consulta con un especialista”, afirma el doctor López Escobar.


Impacto del dolor articular en la vida cotidiana

Este problema puede alterar diferentes aspectos de la vida:

  1. Salud mental: Genera frustración, ansiedad y desánimo.
  2. Estado físico: Reduce la movilidad y fomenta la inactividad.
  3. Sueño y hábitos alimenticios: Interfiere con el descanso y afecta la alimentación.
  4. Vida social: Promueve el aislamiento debido a las limitaciones físicas.

Prevención y tratamiento

Aunque no siempre es posible prevenirlo por completo, estas estrategias pueden minimizar los riesgos:

  1. Prevención primaria:
    • Mantén un peso saludable.
    • Realiza ejercicio regular para fortalecer las articulaciones.
    • Sigue una dieta equilibrada rica en nutrientes esenciales.
    • Asegúrate de dormir lo suficiente para favorecer la recuperación.
  2. Consulta profesional: Ante los primeros síntomas, acude a un especialista para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
  3. Terapias avanzadas: Según el caso, se pueden considerar:
    • Fisioterapia para mejorar la movilidad.
    • Tratamientos intervencionistas como infiltraciones o radiofrecuencia.
    • Cirugía en situaciones graves o irreversibles.

Evitar la automedicación

El doctor López Escobar recalca la importancia de no recurrir a analgésicos por largos períodos sin supervisión médica. En su lugar, se deben buscar soluciones integrales que aborden tanto la causa como los síntomas del dolor articular.


El dolor articular no tiene por qué ser una condena. Con atención temprana y un enfoque preventivo, es posible mejorar la calidad de vida y evitar complicaciones futuras.

 
 

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