El 26 de abril de 1675 se redacta el acta de fundación del pueblo de los naturales intitulándolo San Miguel de Luna, Provincia de Coahuila de la Nueva Extremadura adjunto a Cd. de Guadalupe, fundada por don Antonio Balcarcel Rivadeneira y Sotomayor el 8 de diciembre de 1674, nombrando como gobernador por las familias Tlaxcaltecas a Don Lázaro Agustín, y por las familias de los naturales a Juan de la Cruz el Bobolo y Francisco, el capitán de los Gicocoges, acto seguido se procedió a señalar el lugar para la Plaza Real, casas Consistoriales y la Iglesia, conforme a la petición hecha por Juan de la Cruz.
El día 29 de abril de 1675 se da inicio a la construcción del templo y convento de San Francisco por disposición de don Antonio Balcárcel Rivadeneira y Sotomayor, que tenía el nombramiento de Alcalde Mayor de la nueva Provincia de Coahuila de la Nueva Extremadura, colocando los primeros adobes él, Fr. Juan Larios, Fr. Dionisio de San Buenaventura y Francisco Peñasco. Asistiendo como testigos del evento Fernando del Bosque, Pascual Vallejo, Miguel de San Miguel y Fr. Manuel de la Cruz, mientras los naturales guiados por los españoles construían el templo Fr. Juan Larios andaba reconociendo el territorio de la Provincia guiados por Pablo Manos Prietas.
La Bendición del Templo. El 1° de julio de 1675 Balcárcel dio fe de cómo el 29 de junio se encendieron luminarias y en la mañana del día siguiente se colocaron arcos de carrizo y se realizó la procesión de la Parroquia de los Españoles (hoy el muro de la Purísima, que se encuentra en el lado norte de la Alameda) hasta la iglesia de los naturales, encabezada por el Alcalde Mayor, Fr. Juan Larios, el capellán Dionisio de San Buenaventura, Fr, Esteban Martínez y Manuel de la Cruz, llevando dos imágenes; una de Jesús Crucificado y otra de su Santísima Madre en la advocación de la Limpia Concepción, cantando el Tedeum laudamus y habiendo entrado al Templo, fueron colocadas en el altar mayor dichas imágenes, así como el estandarte Real, bendiciéndolo y cantando su primera misa Fr. Esteban Martínez, asistiendo los capitanes de los naturales Juan de la Cruz, Don Esteban Gueiquesale y Pablo Manos Prietas, Jefes de las naciones que se estaban asentando en el Pueblo de San Miguel.
La Iglesia de San Francisco.Uno de los templos con mayor antigüedad en el norte de México y principalmente de la región norte de Coahuila, hasta los antiguos confines de la Nueva España, lo constituye la iglesia del convento de San Francisco. Establecido en la primavera de 1675, como sede de la misión de San Miguel de Luna, destinada a formarse con indios naturales de la región, al año siguiente de 1676 se le anexó el pueblo de San Francisco de la Nueva Tlaxcala, mismo que con el paso del tiempo envolvió la misión de San Miguel y dedicó su iglesia a San Francisco. La advocación que desde entonces tomó la población fue de San Francisco y San Miguel de Aguayo, esto último en honor al Marqués de Aguayo, quien fuera en algún tiempo benefactor de la misión.
Iglesia. El 25 de abril de 1675 el mismo fray Juan Larios con sus mismas manos, y ayudado por el primer alcalde mayor de Coahuila Antonio Balcárcel Rivadeneira y Sotomayor, puso los primeros cimientos y adobes de la que sería la iglesia de la misión, la que fue visitada por el obispo Manuel Fernández de Santa Cruz en enero de 1676, ordenando al padre comisario fray Juan Larios reedificara una iglesia más capaz, mérito éste de la comunidad tlaxcalteca quienes tuvieron una participación decisiva, pues fueron ellos los artífices de su total construcción desde aquella etapa. Para 1700 cuando la comunidad tlaxcalteca reclaman al virrey el que el gobernador de Coahuila, Francisco de Cuervo y Valdés los obligue a participar en la construcción de la ermita de Zapopan, alegan que ellos están en la construcción de su iglesia, la cual estaban concluyendo, por tanto pedían no ser molestados.
La iglesia se edificó de la manera en que hoy se conoce, lográndose en su mayor parte en el periodo que estuvieron a cargo de ella sus fundadores; de 1674 a 1781, en que arribaron a las misiones los franciscano del Colegio de Propaganda Fide del Real y Minas de San Francisco de Pachuca, quienes salieron de la misión en 1794, cuando fue secularizada, esto es, que se agregó a la parroquia de Monclova por lo que no volvió a contar con sacerdote de planta hasta 1954, cuando regresaron los franciscanos de la provincia de San Francisco y Santiago de Jalisco, instituto de donde doscientos cincuenta años antes había salido el fundador fray Juan Larios. Bajo la administración de los franciscanos de Pachuca, el templo recibió algunas reformas en lo material; lo mismo aconteció con la capilla de la cofradía de la Purísima, y, por supuesto, con los templos de las misiones de Candela y Nadadores.
En 1794. A partir de 1794, quienes se ocuparon de la conservación de la iglesia fueron el párroco de Monclova y, sobre todo, los vecinos. Una de las características de los vecinos tlaxcaltecas del pueblo de San Francisco y San Miguel, fue que la mayor parte de sus actividades giraban en torno a su iglesia; eran extremadamente cuidadosos en la preparación de las celebraciones litúrgicas, así como de pastorelas, carnes tolendas, procesión de La Dolorosa y Jesús por la calles en semana santa, quemas de Judas y la fiesta de los patrones San Francisco y San Miguel; eventos incluso que por su carácter independiente les crearon no pocos conflictos con los párrocos de Monclova, como fue el caso del padre José Francisco Soberón, quien en 1833 se quejó con el gobernador de que los vecinos del pueblo no lo reconocían, pero también sucedió con el obispo de Monterrey, Francisco de Paula Verea, quien en 1854 les reconvino a pagar derechos a la iglesia señalándoles que los derechos tlaxcaltecas ya no tenían vigencia.
Siglo XX. Es en la época del citado obispo Verea, cuando, don Antonio Venancio Martínez, mayordomo de la iglesia, destina los recursos a su cargo para reemplazar algunas vigas y hacer mejoras de consideración a la iglesia. A principios del siglo XX, el Ing. Melquiades Ballesteros Juárez, vecino del Pueblo, modificó la fachada que tenía la iglesia y le dio la forma en la que hoy se conoce, desapareciendo por completo la original.
La iglesia contiene en su interior un retablo churrigueresco dorado, que perteneció al Santo Cristo de la Capilla de Saltillo, y que en la década de los cincuentas el obispo Jesús María Echavarría donó a San Francisco de Monclova. Informe del estado del Templo de San Francisco (1781). Construido de adobe, recubierto de mezcla de cal y arena, en los costados tiene unas claraboyas para la entrada de la luz, tiene 45 vara de largo por 8 ½ de ancho; el techo es de viguería de madera, cuenta con una sacristía que da al lado del evangelio y se comunica con el convento; contigua tiene una pieza donde se guardan los objetos destinados al culto; el bautisterio queda al lado de la puerta mayor, debajo del coro, en el exterior tiene un pequeño campanario con tres campanas; una pesa 20 arrobas, 22 libras, otra 10 arrobas, 15 libras y la otra de 3 arrobas. Por la parte de enfrente que da a la plaza real, existe una celda y tras celda con dos ventanas y al mismo lado hay otra celda y en medio de ellas queda la puerta principal, el refectorio y la cocina quedan al oriente.
La más antigua imagen de la Iglesia. En el otoño de1846, el militar norteamericano Edward Everett realizó una litografía de la antigua capilla en los días que la tropa del general John Ellis Wool, a la que pertenecía, estuvo en Monclova, convirtiéndose en una de las imágenes más antiguas de la región. La litografía se realizó a la iglesia del antiguo convento de San Francisco, del viejo Pueblo de San Francisco y San Miguel de Aguayo, como se le llamaba en el siglo XIX a la misión de San Miguel de Luna y Pueblo de San Francisco de la Nueva Tlaxcala, establecidos por fray Juan Larios en 1675-1676 y fue llamada “Church near Monclova”. Esta imagen fue captada en alguno de los muchos momentos que tuvo el militar para caminar un poco al poniente de su campamento y dejar para la posteridad la imagen de la iglesia más antigua de nuestra región y precursora de las entradas hacia el norte.
Se trata de la iglesia que fue del convento de San Francisco situada en terrenos de la antigua
Misión de San Miguel de Luna, establecida por Fray Juan Larios y madre de todos los proyectos de evangelización en el norte de Coahuila y de las primeras entradas a Texas.
Con información de Lucas Martínez Sánchez y del Archivo Municipal de Monclova, Coahuila.