Un estudio reciente ha identificado un vínculo entre la encefalopatía traumática crónica (CTE, por sus siglas en inglés) y el aumento del riesgo de agresión, especialmente cuando se combina con antecedentes familiares de enfermedades mentales.
La CTE, una afección neurodegenerativa asociada con golpes repetidos en la cabeza, ha sido vinculada previamente con problemas de salud mental como cambios de humor y demencia. Sin embargo, este estudio muestra que la agresión es otro riesgo significativo de la enfermedad, particularmente en individuos con antecedentes familiares de trastornos mentales.
El Dr. Jesse Mez, profesor asociado de neurología en la Universidad de Boston, explicó que la combinación de la CTE y los antecedentes familiares de enfermedades mentales aumenta considerablemente la probabilidad de que una persona muestre comportamientos agresivos. Las personas que tienen ambos factores de riesgo son mucho más propensas a tener conductas agresivas que aquellas que solo tienen uno de los dos factores, según el estudio.
El estudio incluyó a 845 hombres expuestos a impactos repetidos en la cabeza debido a deportes de contacto o el servicio militar, 329 de los cuales jugaban fútbol profesional. Aproximadamente el 70% de los participantes tenía CTE, y el 45% tenía antecedentes familiares de enfermedades mentales. Los investigadores entrevistaron a las familias sobre el comportamiento agresivo de los hombres y si algún pariente cercano había sido diagnosticado con trastornos mentales como depresión, trastorno bipolar o ansiedad.
Los resultados mostraron que los hombres con CTE y antecedentes familiares de enfermedades mentales eran significativamente más propensos a tener discusiones o peleas físicas, especialmente aquellos que fallecieron entre los 40 y 59 años. Esta asociación se mantuvo incluso después de considerar otros factores de riesgo, como la cantidad de años que los participantes practicaron deportes de contacto o sirvieron en el ejército.
El estudio también reveló que las personas sin CTE no tenían un mayor riesgo de comportamiento agresivo, incluso si tenían antecedentes familiares de enfermedad mental. El Dr. Mez sugirió que la relación entre los antecedentes familiares y la agresión podría explicarse por un trasfondo genético común, así como por experiencias compartidas en el entorno familiar, como las vivencias durante la infancia.
Este estudio subraya la importancia de identificar a las personas en riesgo de desarrollar síntomas de agresión debido a la combinación de CTE y antecedentes familiares de trastornos mentales. Estos hallazgos podrían ayudar a predecir las consecuencias de la CTE y a identificar a quienes podrían beneficiarse más de opciones de tratamiento. El estudio fue publicado en la revista Neurology el 27 de noviembre.