Hilario González García explicó que los obispos de Texas y México mantienen un diálogo constante sobre el tema migratorio.
Ante la posibilidad de deportaciones masivas y el riesgo de que la ayuda humanitaria a migrantes sea considerada un delito, el obispo de Saltillo, Hilario González García, aseguró que la Iglesia Católica seguirá trabajando para acoger, proteger, promover e integrar a este grupo vulnerable.
El obispo manifestó su preocupación por las leyes en Texas, donde brindar apoyo a migrantes podría interpretarse como una falta legal. Sin embargo, confió en que los obispos de esa región estadounidense tomarán medidas para proteger sus labores caritativas. “Creo que en Texas buscarán contar con buenos abogados para enfrentar esta situación, que parece limitada solo a ese estado”, comentó.
González García explicó que los obispos de Texas y México mantienen un diálogo constante sobre el tema migratorio. En su última reunión, realizada en septiembre, percibieron pocas esperanzas de un trato favorable hacia los migrantes, independientemente de los resultados de las elecciones en Estados Unidos. “Volveremos a reunirnos en febrero, cuando seguramente tendremos un panorama más claro sobre las acciones y políticas que se implementarán”, señaló.
Aunque la Iglesia aún no cuenta con una estrategia concreta para enfrentar posibles represalias legales, el obispo afirmó que continuarán su práctica de apoyo humanitario. Reiteró la importancia de la labor caritativa de la Iglesia Católica en la protección y acogida de migrantes y la calificó como un factor esencial para mitigar las dificultades que enfrentan.
“A veces se puede ver como si la iglesia católica fuera promotora de esta situación y pudiera haber represalias legales contra la ayuda a los migrantes y eso sería fatal ahora por las iglesias en general y también la iglesia católica ha sido un factor muy importante de acogida y protección”, indicó.
Expuso que en Saltillo la infraestructura para atender a los migrantes seguirá operando en la misma capacidad, ya que la mayoría utiliza esta ciudad como un lugar de tránsito porque su objetivo no es quedarse aquí, si no es llegar a los Estados Unidos.
Detalló que en Monterrey se cuenta con mayores recursos y que los propios migrantes se comparten la información respecto a los lugares más adecuados en donde pueden recibir apoyo.
El obispo hizo un llamado a la comunidad a solidarizarse con la Iglesia Católica y con las parroquias y la comunidad de Piedras Negras, una de las zonas que ha tenido la mayor carga de afluencia migratoria y reconoció el esfuerzo de las instituciones en esa región.