Cuando el brote de viruela símica afectó a Estados Unidos en 2022, la vacuna Jynneos se puso a disposición para proteger a la población más vulnerable, especialmente a los hombres homosexuales y bisexuales. Ahora, nuevos datos revelan qué miembros de la comunidad LGBTQ+ eran más propensos a vacunarse contra el virus.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el brote de viruela símica de 2022 en Estados Unidos afectó a más de 32,000 personas y causó 58 muertes. Investigadores de la Universidad de Rutgers encuestaron a 144 adultos LGBTQ+ de Nueva York y Nueva Jersey para conocer su tasa de vacunación con Jynneos.
El estudio encontró que el 90.9% de los hombres encuestados ya habían recibido al menos una dosis de la vacuna o tenían planes de hacerlo. Entre los participantes que se identificaron como homosexuales, este porcentaje aumentó al 95.1%. Factores como los ingresos y la situación laboral también influían: casi el 82% de los encuestados con trabajos a tiempo completo se habían vacunado o planeaban hacerlo.
Un factor adicional importante fue el estado serológico: las personas VIH positivas tenían más probabilidades de haber recibido la vacuna, posiblemente debido a que ya estaban bien conectadas con los servicios de salud. Kristen Krause, autora del estudio, señaló que quienes están conectados con la atención médica tienen más facilidad para acceder a las vacunas.
A pesar de esto, más de la mitad de los encuestados encontraron "moderadamente o muy difícil" conseguir una cita para vacunarse, ya que las citas disponibles a menudo se llenaban rápidamente y no siempre eran accesibles. Además, las vacunas solo estaban disponibles durante las horas de trabajo, lo que dificultaba la accesibilidad para algunas personas.
Aunque la vacuna Jynneos no fue diseñada específicamente para prevenir la viruela símica, sino para proteger contra un virus relacionado, parece reducir las probabilidades de contraer la enfermedad. Sin embargo, durante el brote de 2022, los suministros de Jynneos fueron limitados, lo que llevó a que muchas personas solo pudieran recibir una dosis en lugar de las dos recomendadas.
A pesar de la escasez, la vacuna fue eficaz. Un estudio de los CDC mostró que las personas no vacunadas tenían 14 veces más probabilidades de contraer viruela símica que aquellas que recibieron al menos una dosis de la vacuna. Aun así, no está claro si las personas vacunadas en 2022 aún están protegidas en 2024, ya que la efectividad de la vacuna puede disminuir con el tiempo. Un estudio reciente indicó que la efectividad de la vacuna contra la viruela símica disminuye considerablemente a lo largo de un año, lo que sugiere que podrían ser necesarios refuerzos.