Una investigación reciente sugiere que la exposición prolongada a la contaminación del aire puede aumentar significativamente el riesgo de sufrir coágulos sanguíneos peligrosos, incluso en personas que no presentan problemas respiratorios.
El estudio, dirigido por Pamela Lutsey, profesora de salud pública en la Universidad de Minnesota, reveló que la contaminación no solo afecta la salud respiratoria, sino que también incrementa el riesgo de tromboembolismos venosos (TEV), que incluyen trombosis venosa profunda (TVP) y embolias pulmonares.
El estudio analizó los datos de más de 6,600 personas de diversas comunidades en Estados Unidos durante 17 años, observando su exposición diaria a varios contaminantes del aire: partículas finas, dióxido de nitrógeno, óxidos de nitrógeno y ozono. Los hallazgos indicaron que la exposición crónica a partículas finas incrementó en un 43% el riesgo de coágulos sanguíneos. Además, la exposición al dióxido de nitrógeno aumentó casi tres veces las probabilidades de desarrollar un coágulo, mientras que los altos niveles de óxidos de nitrógeno multiplicaron el riesgo por 2.3. Sin embargo, la exposición al ozono no mostró relación con el riesgo de coagulación.
Estos resultados subrayan la importancia de tomar medidas para reducir la contaminación del aire, especialmente en lo que respecta a las partículas finas y los gases como el dióxido de nitrógeno, lo que hace aún más urgente la necesidad de endurecer las regulaciones de calidad del aire en EE. UU. Los hallazgos fueron publicados en la revista Blood el 12 de diciembre.