Un reciente estudio revela que la fuente de azúcar que una persona elige puede tener un impacto significativo en su salud cardíaca.
Las bebidas azucaradas aumentan considerablemente el riesgo de accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca y latidos cardíacos irregulares, mientras que consumir miel o dulces ocasionales no parece perjudicar tanto la salud del corazón e incluso podría mejorarla en algunos casos.
El estudio, liderado por Suzanne Janzi de la Universidad de Lund en Suecia, analizó datos de casi 70,000 suecos y encontró que las bebidas azucaradas son particularmente dañinas para la salud cardíaca. Las bebidas endulzadas proporcionan menos saciedad, lo que puede llevar a un consumo excesivo, a diferencia de los dulces que se disfrutan en contextos sociales o especiales.
Los resultados sugieren que, aunque una ingesta muy baja de azúcar no es necesaria ni beneficiosa para la salud cardiovascular, es esencial considerar no solo la cantidad de azúcar consumida, sino también su fuente y contexto. Estos hallazgos destacan la importancia de un enfoque equilibrado y culturalmente contextualizado en la dieta para la salud cardíaca.