El Atlético logró una trabajada victoria ante el Slovan, que, pese a ser un rival claramente inferior, no se rindió en ningún momento. El tercer gol rojiblanco, marcado por Griezmann, fue un ejemplo de cómo incluso los errores pueden conducir al éxito: un mal disparo de Koke se convirtió en una asistencia accidental, y un remate defectuoso del francés terminó superando al portero eslovaco.
El equipo de Simeone, que acumula diez triunfos consecutivos en todas las competiciones, sacó provecho de su calidad individual y colectiva. Julián Álvarez abrió el marcador con un disparo magistral desde la esquina del área, mostrando su habilidad para resolver partidos complicados y su excelente conexión con Griezmann, con quien se combinó para anotar los tres goles del encuentro.
El segundo tanto llegó tras una jugada desde la banda derecha, donde Llorente demostró su velocidad y determinación para asistir a Griezmann, quien ganó un duelo aéreo con inteligencia para ampliar la ventaja. Sin embargo, el Slovan no se dio por vencido y aprovechó un penalti señalado tras revisión del VAR para recortar distancias, además de generar peligro con varios disparos, incluyendo uno que impactó en el poste.
Aunque el Slovan intentó mantener la presión, su mejor jugador, Barseghyan, salió lesionado en la primera mitad, lo que redujo notablemente sus opciones. Finalmente, Griezmann aseguró la victoria con su segundo gol de la noche, dejando el marcador en un definitivo 3-1.
El Atlético continúa en su lucha por avanzar entre los ocho mejores de la competición, un objetivo que le permitiría evitar una eliminatoria adicional en febrero, algo valioso para mantener la frescura física en un calendario exigente. Por su parte, el Slovan, que aún no ha sumado puntos en el torneo, logró su objetivo de no ser goleado en el Metropolitano.