En Culiacán, la capital, se han perdido cerca de 30,000 empleos formales.
La violencia en Sinaloa ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos meses, debido a la lucha interna entre las facciones del Cártel de Sinaloa: los "Chapitos", liderados por Joaquín Guzmán López, y los "Mayos", seguidores de Ismael "El Mayo" Zambada. Desde septiembre, este enfrentamiento ha dejado decenas de asesinatos confirmados y decenas de desaparecidos, afectando gravemente la seguridad y el tejido social de la región.
El conflicto se exacerbó tras la captura de Zambada y Guzmán López en julio, lo que desató una guerra por el control del cártel. Las consecuencias han sido devastadoras: cuerpos abandonados frente a universidades, ataques armados a negocios y enfrentamientos mortales entre los grupos delincuenciales y las fuerzas del orden. Solo en septiembre, octubre y noviembre se registraron más de 500 homicidios en Sinaloa, lo que convierte al estado en uno de los más violentos del país.
La violencia ha paralizado la economía local. En Culiacán, la capital, se han perdido cerca de 30,000 empleos formales, principalmente en el sector servicios, y el turismo ha colapsado. Restaurantes y hoteles, antes llenos, ahora enfrentan largos periodos sin clientes. Incluso el club de fútbol Dorados de Sinaloa tuvo que mudarse temporalmente a Tijuana para evitar riesgos.
Ante esta crisis, el gobierno ha desplegado más de 11,000 elementos militares y de la Guardia Nacional en el estado, con tanquetas y aviones artillados patrullando las calles. Aunque estos operativos han contenido parcialmente la violencia en algunas zonas, el temor persiste entre los habitantes, quienes enfrentan una realidad diaria marcada por el terror y la incertidumbre.
Esta lucha no solo ha generado un saldo de sangre, sino también una profunda fractura en la vida cotidiana de Sinaloa, donde el miedo a la violencia se ha convertido en una constante. Mientras tanto, las familias de los desaparecidos claman justicia, y los habitantes intentan adaptarse a una nueva normalidad en medio del conflicto.
