La historia de Greg Louganis
Greg Efitimios Louganis nunca conoció a sus padres biológicos. Su madre, de origen sueco, y su padre samoano, lo entregaron a un orfanato en 1960 de San Diego, ya que en realidad él sólo nació por una relación pasajera y no porque estuviera planeado.
Un matrimonio italiano lo adoptó y se lo llevaron a vivir al pueblo El Cajón de California. No obstante, su padrastro, que era dueño de una flota de barcos para la pesca de atún, abusó varias veces de él. Su color de piel -oscura en comparación al resto de niños- también fue objeto de críticas y racismo.
En consecuencia, Greg empezó a fumar a los nueve años y a consumir alcohol y marigüana a los 11. Descubrir que era homosexual también lo orilló a reprimirse, ya que en la década de los 70 y 80 era mal visto en la sociedad que alguien abiertamente se declarara con preferencia sexual hacia personas de su mismo sexo.
Un día, cuando vio a su hermana saltar en la piscina familiar, intentó hacer lo mismo y, desde entonces, empezó a entrenar en el Parks and Recreation Center de Las Mesas. A los dos años comenzó a estudiar danza y la dureza del ejercicio sirvió para curar el asma. La combinación de la danza con los saltos sirvió para aumentar su habilidad y llegar a los Juegos Olímpicos de 1976, donde ganó un oro y una plata.
La caída de Greg Louganis en los Juegos Olímpicos de 1988 que casi terminan con su carrera
En Moscú 1980 no participó debido al boicot contra Estados Unidos, pero aún así siguió con los entrenamientos para Los Ángeles 1984. Allí, superó las tres medallas de oro en trampolín. De paso, se convirtió en el segundo saltador masculino de la historia que obtenía dos preseas doradas en la misma justa veraniega.
El salto que Greg utilizó fue el mismo de Chalibashvili: tres giros y medio hacia atrás, pero que ejecutó mal y murió en el intento. Louganis se convirtió en el primer saltador de la historia que conseguía un 10 de cada juez en la competencia.