Una nueva investigación, presentada en el Congreso Anual del American College of Rheumatology (ACR) de 2024, ha analizado los efectos de suspender temporalmente ciertos tratamientos en pacientes con artritis reumatoide (AR) o espondiloartritis (SpA) durante la vacunación contra el COVID-19.
El ensayo COVID Vaccine Response (COVER), que incluyó a 577 pacientes, evaluó la respuesta inmunitaria tras la repetición de la dosis de la vacuna, comparando a aquellos que suspendieron su medicación con los que continuaron con el tratamiento. Los fármacos investigados incluyeron abatacept, inhibidores de la cinasa Janus (JAK), inhibidores de la interleucina-17 (IL-17) y inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF).
Los resultados mostraron que suspender el tratamiento durante dos semanas no mejoró la respuesta de anticuerpos a la vacuna, pero sí provocó brotes de la enfermedad en los pacientes. La mayoría de los participantes tuvo respuestas de anticuerpos significativas, independientemente de si suspendieron o no el tratamiento. El Dr. Jeffrey R. Curtis, uno de los autores del estudio, explicó que, aunque no se evaluó la inmunidad celular (mediada por células), los hallazgos sugieren que no es necesario suspender estos fármacos antes de la dosis de refuerzo de la vacuna contra COVID-19.
Este estudio contrasta con recomendaciones previas del American College of Rheumatology en 2023, que sugerían suspender el uso de abatacept para la vacuna anti-SARS-CoV-2, pero no alcanzaron consenso sobre la interrupción de otros tratamientos. Además, el Dr. Curtis recordó que algunos estudios previos indicaban que suspender el metotrexato durante dos semanas podría mejorar la respuesta inmunitaria tanto para la vacuna contra el COVID-19 como contra la influenza, lo que resalta la necesidad de más evidencia en este campo.