Habitantes de colonias como Morelos y Bravo se ven obligados a caminar debajo de los puentes para cruzar al Centro Histórico.
Con el pretexto de frenar la migración, en 2018 Ferrocarriles de México (Ferromex) construyó una barda perimetral a lo largo de la ruta fiscal del Puente Internacional Dos, dividiendo el Centro Histórico de Piedras Negras. En 2024, la Administración de la Aduana completó el amurallamiento, impidiendo el paso a pie por esta ruta fiscal a los residentes que se desplazan del centro hacia colonias como Bravo, CROC, Presidentes o Morelos, bajo el argumento de que es propiedad federal.
Carlos Zapata, habitante de la colonia Bravo, lamenta las medidas adoptadas por Ferromex y la Aduana militarizada. "Antes el problema eran los bloqueos de los vagones en calles como Netzahualcoyotl, en el Estadio 123 o en El Apenitas. Ahora, la barda de Ferromex y los portones de acero te obligan a caminar varios kilómetros por debajo del Río Bravo para llegar a casa o al trabajo", explica. Añade que el puente peatonal que antes permitía el cruce sobre la ruta fiscal fue demolido, dejando a los residentes con menos opciones para moverse por la ciudad.
La construcción. La barda, construida por Ferromex sin el permiso del municipio, tenía como objetivo principal evitar que los migrantes se subieran a los vagones y cruzaran hacia Estados Unidos. El proyecto abarcó casi dos kilómetros de zona urbana, desde la Casa Redonda hasta el Puente Ferroviario. Esta medida buscaba proteger el cruce de unos 120 vagones diarios desde el Patio de Río Escondido hacia la salida en Eagle Pass, para lo cual se instalaría un módulo de revisión para garantizar que no hubiera migrantes en los vagones.
Paralelamente, Ferromex anunció una inversión de 40 millones de dólares en el Patio de Río Escondido, de acuerdo con Lorenzo Reyes Retana, director general adjunto de la empresa. Este año, la Administración de la Aduana también implementó nuevas restricciones, cerrando el paso peatonal desde la Plaza de las Culturas hacia las casetas de pago del Puente Dos. Además, selló con candado el acceso por el pasillo que conecta a la oficina del Servicio de Administración Tributaria. Ahora, los peatones deben pasar por debajo del puente, subir y entrar por un portón destinado para vehículos “Sentry” para llegar a las casetas de pago.