Montelukast, un medicamento comúnmente utilizado para tratar el asma y las alergias, ha sido ampliamente recetado durante décadas, pero recientes investigaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) sugieren que puede ser más peligroso de lo que se pensaba, especialmente en lo que respecta a su impacto en la salud mental.
Los hallazgos presentados por la FDA indican que el medicamento podría ingresar al cerebro y adherirse a receptores en las células cerebrales, lo que podría aumentar el riesgo de problemas neuropsiquiátricos como depresión, agresividad y pensamientos suicidas.
Aunque la FDA ya había comenzado a investigar este vínculo en 2008, fue en 2019 cuando la acumulación de informes sobre efectos adversos llevó a la agencia a intensificar sus alertas. Entre 1998 y 2019, la FDA recibió 82 informes de suicidio relacionados con montelukast, de los cuales un tercio involucraba a personas menores de 19 años. En 2020, la FDA añadió una advertencia en caja negra para este medicamento, la más fuerte disponible, recomendando que no se use como tratamiento de primera línea, especialmente para personas con asma o alergias leves.
Aunque aún se necesita más investigación para comprender completamente cómo montelukast afecta al cerebro y contribuye a los problemas de salud mental, estos estudios han llevado a la FDA a desalentar su uso como opción principal en el tratamiento del asma. Organon, la empresa que ahora comercializa Singulair, ha defendido el medicamento, asegurando que la etiqueta de Singulair incluye información adecuada sobre sus beneficios y riesgos, aunque el debate sobre su seguridad persiste.