Un nuevo estudio sugiere que la "niebla mental" asociada con la COVID prolongada podría estar vinculada con un deterioro en la función pulmonar. Investigadores de la Universidad de Iowa descubrieron que una reducción en el intercambio de gases en los pulmones (oxígeno y dióxido de carbono) parece estar relacionada con dificultades cognitivas en personas con COVID prolongado.
El estudio se centró en un pequeño grupo de 12 pacientes (10 mujeres y 2 hombres) y utilizó resonancias magnéticas (IRM) para examinar tanto la función pulmonar como el cerebro.
Los resultados mostraron que los pacientes con mala función pulmonar también presentaban alteraciones en la estructura cerebral y un aumento en el flujo sanguíneo cerebral, lo que podría indicar que el cuerpo está tratando de compensar la menor cantidad de oxígeno disponible para el cerebro. Además, los investigadores notaron que los problemas cognitivos variaban entre los participantes, desde leves hasta más graves, como dificultades para concentrarse o pensamientos lentos.
El estudio sugiere que la disfunción pulmonar podría estar causando la niebla mental, lo que abre la posibilidad de que se puedan desarrollar estrategias de tratamiento que apunten a mejorar el intercambio de gases pulmonares. Sin embargo, estos hallazgos aún deben ser confirmados con más estudios y revisados en publicaciones científicas.