Un estudio reciente ha sugerido que el uso prolongado de levotiroxina, un medicamento sintético comúnmente recetado para tratar el hipotiroidismo en personas mayores, podría estar vinculado a la pérdida ósea, un problema frecuente en la vejez.
La levotiroxina se prescribe para reemplazar la hormona tiroxina en personas cuyo cuerpo no la produce en cantidades suficientes, y se estima que alrededor de 23 millones de estadounidenses la toman a diario.
El estudio, dirigido por la Dra. Elena Ghotbi de la Universidad Johns Hopkins, analizó los efectos de este medicamento en adultos mayores con función tiroidea normal. Los investigadores observaron que aquellos que tomaban levotiroxina presentaban una mayor pérdida de masa y densidad ósea en comparación con aquellos que no usaban el medicamento, incluso después de ajustar por factores como la edad, el peso, los antecedentes de consumo de alcohol y tabaco, y el uso de otros medicamentos.
La investigación se basó en datos de 445 adultos mayores que participaron en un estudio en Baltimore. Tras un seguimiento promedio de 6,3 años, los resultados mostraron que el uso de levotiroxina se asociaba con una pérdida ósea más significativa. Los investigadores señalaron que, aunque se sigan las directrices actuales de tratamiento, el medicamento parece tener efectos adversos sobre los huesos, lo que plantea la necesidad de una evaluación cuidadosa de su uso en personas mayores.
La Dra. Jennifer Mammen, coautora del estudio, recomendó que los adultos mayores que toman levotiroxina consulten con sus médicos sobre su tratamiento y se realicen pruebas regulares de la función tiroidea, considerando siempre el equilibrio entre los beneficios y los posibles efectos secundarios del medicamento.
Este estudio fue presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Radiología y, aunque aún se considera preliminar, destaca la importancia de revisar y ajustar los tratamientos médicos a medida que las personas envejecen.