El Inter de Milán ha mantenido su solidez e imbatibilidad en la Champions League con una victoria cómoda ante el RB Leipzig, confirmando su posición en lo más alto del grupo y acercándose a los octavos de final.
El Giuseppe Meazza fue testigo de la superioridad del equipo de Simone Inzaghi, que dominó el encuentro de principio a fin, aprovechando las dificultades de un Leipzig mermado por las lesiones, que solo tuvo cinco jugadores en el banquillo.
El partido estuvo marcado por el control total del Inter en todas las facetas del juego, algo que no es habitual en su estilo, pero que dominaron con éxito ante un Leipzig que, pese a todo, mejoró con el paso de los minutos. El gol llegó a los 27 minutos, cuando un centro lateral a balón parado generó caos en el área alemana. Nadie pudo rematar, y en medio de la confusión, el defensor del Leipzig, Lukeba, marcó un gol en propia puerta al intentar despejar el balón.
A pesar de que el Leipzig mostró algo de mejoría en la segunda mitad, especialmente con la entrada de algunos cambios y un Nusa más inspirado, las oportunidades para marcar fueron escasas. El Inter, por su parte, continuó sin conceder oportunidades peligrosas. El guardameta suizo, Sommer, sigue siendo imbatido en la competición, habiendo detenido los 15 disparos que le han realizado hasta ahora.
En los últimos minutos, Nicolò Barella, jugando como un auténtico director de orquesta, calmó el juego y llevó al Inter a la victoria, recordando a grandes figuras como Andrea Pirlo por su capacidad para hacer circular el balón y gestionar los tiempos del partido. El Inter sigue invicto, sin conceder goles, y se afianza como uno de los equipos más en forma de Europa.