La acumulación de calcio en las arterias, conocida como endurecimiento de las arterias o arteriosclerosis, es un proceso que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, especialmente el infarto de miocardio.
Este endurecimiento ocurre cuando placas de grasa y calcio se adhieren a las paredes de los vasos sanguíneos, lo que puede obstruir el flujo sanguíneo y reducir el suministro de oxígeno al corazón, lo que en última instancia incrementa el riesgo de sufrir un infarto.
Según el Dr. Jeremy London, aunque el calcio no proviene directamente de la dieta, su acumulación está relacionada con el envejecimiento celular y problemas de salud como las enfermedades cardiovasculares. La Fundación Británica del Corazón resalta que una herramienta clave para evaluar el riesgo cardiovascular es medir la carga de calcio a través de una tomografía computarizada. Esto ayuda a identificar a los pacientes en riesgo y tomar las medidas preventivas adecuadas.
Consejos para prevenir la acumulación de calcio:
El Dr. London sugiere que, aunque no se puede eliminar el calcio ya acumulado, existen estrategias para ralentizar su formación:
- Evitar el tabaco: Fumar acelera el daño a los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo cardiovascular.
- Seguir una dieta equilibrada: Comer alimentos integrales, ricos en fibra y evitar los ultraprocesados ayuda a mantener los niveles de colesterol y glucosa controlados.
- Hacer ejercicio regularmente: La actividad física constante mejora la circulación sanguínea y la salud cardiovascular en general.
- Dormir bien: Un sueño reparador disminuye la inflamación en el cuerpo, lo cual ayuda a proteger los vasos sanguíneos del daño.
La medición de calcio en las arterias no debe ser motivo de alarma, sino una invitación a tomar decisiones saludables. Además de realizar cambios en el estilo de vida, los médicos también pueden recomendar tratamientos farmacológicos en casos de afecciones como hipertensión, colesterol alto o diabetes, que aceleran la formación de estas placas.
Cuidar el corazón no solo implica tomar decisiones saludables, sino que también puede contribuir a prolongar la esperanza de vida y mejorar la calidad de la misma. Como concluye el Dr. London: "No podemos cambiar el pasado, pero sí podemos construir un futuro más saludable".