Son diversas las ocasiones en que han sufrido maltratos.
Hace algunos días, diversos grupos de migrantes que intentaban cruzar la frontera de manera ilegal reportaron haber sido agredidos por agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas y la Guardia Nacional, quienes se encuentran desplegados debajo del puente para apoyar en las labores de vigilancia y control del ingreso ilegal. Según los testimonios, los agentes dispararon balas de goma para evitar que los migrantes continuaran su camino. Además, a lo largo de varios kilómetros, se han instalado cercas de púas, lo que ha ocasionado que algunos migrantes sufran lesiones al quedar atrapados en los alambres filosos.
Seguridad. A estas medidas se suman las polémicas boyas colocadas sobre el Río Bravo, como parte del refuerzo de seguridad. De acuerdo con la Madre Isabel Turcios, encargada del albergue para migrantes Frontera Digna, esta situación no es nueva. La religiosa ha informado que, en varias ocasiones anteriores, los agentes que vigilan la frontera han actuado de forma similar.
Señaló que en el albergue han atendido a familias, incluidos niños y mujeres, que han sido víctimas de violencia por el uso de estos dispositivos, que resultan ser muy perjudiciales cuando los migrantes no llevan ningún tipo de arma ni agreden a los agentes. La única motivación de estas personas es llegar a Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida, después de haber recorrido cientos de kilómetros y enfrentado grandes riesgos. La Madre Isabel Turcios destacó que, si bien es necesario seguir un orden y respetar las leyes de cada país, existen formas más humanas de hacer cumplir los lineamientos migratorios. La religiosa rechazó por completo el actuar de los agentes de seguridad.