Planteles de Coahuila adoptan precauciones para proteger a los alumnos.
Ante las situaciones presentadas en las escuelas debido a la conducta rebelde de algunos estudiantes, varias instituciones han optado por realizar revisiones sorpresivas de mochilas con el fin de conocer qué objetos llevan a sus clases. Esta iniciativa cuenta con el apoyo del Departamento de Seguridad Pública, que ha trabajado de manera estrecha con el sector educativo, llevando a cabo diversas pláticas sobre valores.
El director de la secundaria Benito Juárez, Javier Ramos, destacó que como directivos de las instituciones es necesario tomar acciones preventivas. En este sentido, indicó que la revisión de mochilas ayuda a inhibir situaciones problemáticas. Aunque no se garantiza que todos los problemas puedan evitarse, considera que es una medida acertada, y que los padres de familia están conscientes de que se trata de un esfuerzo por la seguridad de sus hijos.
Situación. De acuerdo con Ramos, una de las principales problemáticas que enfrentan actualmente los jóvenes es su excesivo tiempo dedicado al celular, lo cual afecta su aprovechamiento académico. En este contexto, subrayó la importancia de que los padres de familia trabajen en conjunto con la escuela para evitar que esta situación continúe afectando el rendimiento de los estudiantes.La seguridad en las instituciones educativas es una prioridad que involucra a autoridades, docentes, estudiantes y padres de familia. En un contexto en el que los incidentes de violencia escolar se han convertido en una preocupación creciente, la revisión de mochilas ha emergido como una estrategia preventiva para garantizar entornos más seguros, especialmente en niveles educativos como la secundaria, donde los adolescentes atraviesan una etapa de cambios y desafíos emocionales.
Riesgos. En Piedras Negras, Coahuila, esta medida se ha implementado con el objetivo de reducir el riesgo de que los estudiantes ingresen a las escuelas con objetos peligrosos, como armas, sustancias prohibidas o artículos que fomenten conductas violentas. Sin embargo, esta acción también ha generado un debate sobre la necesidad de proteger a los jóvenes frente al respeto a su privacidad y derechos.
Prevenir situaciones de riesgo: Identificar y retirar objetos peligrosos antes de que puedan ser utilizados en el plantel escolar. Promover una cultura de seguridad: Sensibilizar a los estudiantes sobre la importancia de respetar las normas y velar por el bienestar colectivo.
Fortalecer la confianza en la comunidad escolar: Padres y docentes se sienten más tranquilos al saber que existen medidas de prevención activas. El impacto positivo de estas revisiones radica en su capacidad para reducir incidentes que puedan poner en peligro la integridad de los estudiantes y del personal escolar.
Colectivo. Además, actúan como un recordatorio constante de que las acciones individuales tienen repercusiones en el entorno colectivo. Para que esta medida sea efectiva y bien recibida, es fundamental adoptar un enfoque colaborativo y transparente.
Algunas recomendaciones para su implementación incluyen: Diseñar protocolos claros: Establecer reglas sobre cómo y cuándo se realizarán las revisiones, siempre con respeto y discreción. Involucrar a los padres de familia: Realizar reuniones informativas para explicar la importancia de estas medidas y recibir retroalimentación.
Capacitar al personal escolar: Asegurarse de que quienes realicen las revisiones estén preparados para hacerlo de manera profesional y respetuosa.
Fomentar la comunicación: Crear canales para los estudiantes.