Un reciente estudio realizado en casi 5,000 británicos mayores ha revelado que el dolor articular crónico combinado con la depresión podría acelerar el deterioro cognitivo, especialmente en la memoria.
Los resultados sugieren que estos dos factores, al afectar áreas del cerebro relacionadas con el procesamiento cognitivo, como el hipocampo, pueden provocar una sobrecarga en el cerebro, interfiriendo con la formación de la memoria y el rendimiento cognitivo general.
Hallazgos clave:
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Combinación de dolor y depresión: Las personas que experimentaron dolor articular crónico y depresión mostraron un declive cognitivo más rápido en comparación con aquellas que solo tenían dolor o solo depresión. Esto fue particularmente notorio en las habilidades de memoria.
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Efecto en la memoria y la cognición global: El estudio reveló que, a lo largo de 12 años, esta combinación de factores llevó a un deterioro más rápido en la memoria y en la cognición general de los participantes.
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Falta de impacto en la función ejecutiva: Sorprendentemente, la combinación de dolor y depresión no mostró un declive más rápido en la función ejecutiva (habilidades de planificación, toma de decisiones y acciones), lo que es relevante porque estas habilidades son cruciales para la autonomía en la vida diaria de los adultos mayores.
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Importancia del tratamiento: Los investigadores destacan que tratar tanto la artritis como la depresión podría ser clave para prevenir un mayor deterioro cognitivo y mantener la independencia de los adultos mayores. La combinación de estas condiciones, que es común en la población anciana, podría estar siendo subestimada o mal diagnosticada, lo que contribuye a un empeoramiento en la salud mental y cognitiva.
Implicaciones:
- Diagnóstico y tratamiento temprano: Es crucial que los profesionales de la salud reconozcan que ni el dolor crónico ni la depresión son condiciones inevitables del envejecimiento. El tratamiento adecuado para ambas puede ayudar a frenar la progresión del deterioro cognitivo.
- Enfoque integral: El estudio subraya la importancia de un enfoque integral para la salud de los adultos mayores, que considere tanto el bienestar físico como el emocional para prevenir el deterioro cognitivo.
En resumen, el estudio refuerza la necesidad de abordar de manera efectiva el dolor y la depresión en las personas mayores, no solo para mejorar su calidad de vida, sino también para preservar sus capacidades cognitivas a largo plazo.