Una nueva encuesta nacional ha revelado el gran impacto que el consumo de alcohol y drogas de un ser querido puede tener en otras personas. Según el estudio, uno de cada tres adultos en EE. UU. ha experimentado "daño de segunda mano" debido al consumo de alcohol de otra persona, mientras que más de 1 de cada 10 ha sido perjudicado por el consumo de drogas de un ser querido.
Esto equivale a unos 160 millones de personas, de las cuales 113 millones han sufrido daños relacionados con el alcohol y 46 millones con el consumo de drogas.
El daño de segunda mano puede incluir una variedad de consecuencias, como problemas matrimoniales, familiares, financieros, agresiones e incluso lesiones por accidentes causados por conductores ebrios. El estudio, que se realizó entre septiembre de 2019 y abril de 2020, incluyó a 7,800 adultos y mostró que el 34% de los encuestados reportaron daños por el consumo de alcohol de otro, y el 14% por el consumo de drogas.
Estos hallazgos subrayan la magnitud del problema, ya que los daños no solo afectan a la persona que consume las sustancias, sino también a su entorno cercano. Además, el estudio destacó que, si bien los trastornos relacionados con el alcohol son más comunes que los relacionados con las drogas, ambos tipos de consumo generan consecuencias significativas para las personas a su alrededor.
Los investigadores señalaron que estos resultados revelan un importante problema de salud pública, ya que, por cada persona con un trastorno por consumo de sustancias, muchas más podrían estar sufriendo daños indirectos. Esto resalta la necesidad de mejorar el acceso al tratamiento para las personas con estos trastornos y de implementar medidas para reducir el daño, como evitar conducir bajo los efectos del alcohol.