Un grupo de psicólogos emite la primera guía para los padres sobre el uso de videos en línea

La Asociación Americana de Psicología (APA) ha presentado nuevas directrices para ayudar a los adolescentes a gestionar sus hábitos de visualización de videos en línea, reconociendo que los padres no pueden monitorear todo lo que sus hijos ven.

Según la APA, las plataformas de video y los creadores de contenido tienen un papel clave en la formación de un entorno seguro para que los jóvenes aprendan y se expresen en línea.

Las recomendaciones incluyen acciones inmediatas y a largo plazo para diferentes actores:

  1. Para los educadores: Enseñar a los adolescentes a ser selectivos con el contenido que consumen, promoviendo la alfabetización en video para que comprendan cómo los videos pueden ampliar su conocimiento, pero también las estrategias manipulativas de las plataformas para mantener su atención. Los educadores deben enseñar a los adolescentes a resistir esas características diseñadas para prolongar su participación.

  2. Para los creadores de contenido: Modificar las características de las plataformas de video que pueden afectar negativamente el bienestar de los adolescentes, como la recomendación automática de contenido o la función de reproducción continua, que pueden contribuir a hábitos de visualización poco saludables.

  3. Para los padres: Fomentar que los adolescentes vean contenido que promueva el bienestar emocional, el aprendizaje y la empatía, mientras limitan la exposición a videos que promuevan comportamientos riesgosos, violentos o estereotipos negativos. Además, se recomienda enseñarles a evaluar la calidad y precisión de la información, especialmente la relacionada con la salud, y monitorear las relaciones con influencers.

La APA también subraya la necesidad de que los adolescentes sean conscientes de los riesgos del contenido generado por inteligencia artificial (IA), que puede ser sesgado, falso o dañino. Aunque los estudios de la APA se basan en grandes muestras de adolescentes, se reconoce que no se ha investigado lo suficiente sobre los adolescentes con discapacidades mentales o físicas, o de grupos minoritarios raciales, étnicos, sexuales o de género.

En resumen, las recomendaciones buscan empoderar a los adolescentes para que tomen decisiones informadas sobre lo que ven en línea, promoviendo un consumo más saludable de contenido, mientras que las plataformas y los padres desempeñan un papel importante en la creación de un entorno seguro y equilibrado.

 
 

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