Diabetes, obesidad y hasta cáncer detrás de cada bebida azucarada

El consumo de bebidas azucaradas ha generado efectos devastadores en la salud de millones de personas, desde adultos hasta niños, y es cada vez más evidente el impacto negativo de estas bebidas en la salud física, causando enfermedades como diabetes, obesidad y cáncer, así como repercusiones económicas, especialmente en los sectores más vulnerables.

Estudios tanto nacionales como internacionales han revelado cifras alarmantes sobre las complicaciones asociadas con estas bebidas. Según el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria Latinoamérica, la mala alimentación es el segundo principal factor de riesgo de muerte a nivel mundial, responsable de casi el 19% de todas las muertes. En su estudio reciente realizado en países como Argentina, Brasil, El Salvador y Trinidad y Tobago, encontraron una relación entre el consumo de bebidas azucaradas y ciertos tipos de cáncer, como el de mama y el de hígado.

En México, la organización El Poder del Consumidor estima que, cada hora, mueren 27 personas debido al sobrepeso u obesidad, y cerca de 23,433 mueren anualmente a causa de diabetes relacionada con el consumo de estas bebidas.

El consumo y sus efectos Paulina Magaña, coordinadora de la campaña de Salud Alimentaria en El Poder del Consumidor, destacó que el gran problema en México es el elevado consumo de bebidas azucaradas, con un promedio de 163 litros por persona al año, lo que equivale a unos 400 mililitros diarios, aproximadamente una lata. Magaña señaló que con tan solo una lata diaria de 355 mililitros ya se observan efectos adversos y un mayor riesgo de enfermedades crónicas, especialmente la diabetes.

La especialista en nutrición Nayibe Abraham Rosales explicó que estas bebidas son productos ultraprocesados que contienen ingredientes como jarabe de maíz alto en fructosa, conservadores y cafeína, los cuales pueden afectar desde el comportamiento de niños y jóvenes hasta causar alteraciones metabólicas. Entre las consecuencias de su consumo se incluyen enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina, hígado graso, diabetes tipo 2, caries dentales, trastornos del sueño, problemas de crecimiento en niños, aumento de grasa abdominal, disbiosis intestinal y litiasis renal, entre otras.

Políticas públicas y medidas preventivas El doctor Mauricio Hernández Fernández, profesor de la Universidad Iberoamericana, celebró el acuerdo firmado entre los sectores de Educación Pública y Salud, que establece lineamientos para la preparación, distribución y venta de alimentos y bebidas dentro de las escuelas, promoviendo estilos de vida saludables. Estas medidas se suman a políticas públicas como los impuestos y el etiquetado frontal de advertencia, que buscan desincentivar el consumo de productos con alta densidad calórica.

Nayibe Abraham también resaltó la importancia de fomentar buenos hábitos alimenticios en casa, ya que el consumo temprano de bebidas azucaradas se relaciona con mayor grasa abdominal y aumento de peso, lo que puede perpetuar estos hábitos hasta la adultez. Además, subrayó la importancia de la congruencia familiar, evitando que los adultos consuman estos productos mientras prohíben su consumo en los niños.

Propuestas de acción El Poder del Consumidor ha solicitado a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) declarar las bebidas azucaradas como productos de riesgo para la salud, similar a lo que se hizo con los vapeadores. Esta alerta sanitaria podría generar un cambio en el comportamiento de los consumidores y limitar la venta de estos productos en espacios gubernamentales. Además, se ha sugerido reevaluar el impuesto sobre las bebidas azucaradas, establecido en 2014, para hacerlo más efectivo y comparable con las políticas implementadas para el tabaco y el alcohol.

 
 

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