Aún se investigan las causas que orillaron al joven a tomar la fatal decisión.
Horas después del trágico hallazgo de un hombre colgado de un árbol en el libramiento Carlos Salinas de Gortari, fue identificado como Andrés Eduardo "N", de 23 años de edad. La identificación se logró gracias a familiares que acudieron al Servicio Médico Forense (SEMEFO) tras la difusión de las características del joven.
El lamentable suceso, que tuvo lugar el pasado domingo por la mañana cerca del cordón industrial del municipio de Frontera, movilizó a las diversas corporaciones policíacas.
Andrés Eduardo fue encontrado colgado de un huizache con una cuerda. Vestía un chaleco azul, pants gris con franjas blancas y tenis blancos. Estas descripciones, compartidas por las autoridades, facilitaron que sus seres queridos reconocieran los detalles y acudieran para confirmar su identidad.
Investigación en curso. Elementos de la Agencia de Investigación Criminal continúan indagando las circunstancias que pudieron llevar al joven a tomar esta drástica decisión. Según fuentes cercanas al caso, se entrevistará a los familiares y personas allegadas para obtener un panorama más claro sobre su estado emocional en los días previos a su fallecimiento.
La necropsia de ley realizada por el SEMEFO confirmó que la causa de muerte fue asfixia por suspensión, descartándose inicialmente indicios de violencia externa que sugieran la participación de terceros. Sin embargo, las autoridades han reiterado que no se descarta ninguna línea de investigación hasta contar con todos los elementos.
Llamado a la prevención del suicidio. Este trágico suceso ha reavivado el llamado de las autoridades y expertos a poner atención en la salud mental. Organismos como el DIF Municipal y asociaciones civiles han recordado que existen líneas de apoyo y profesionales capacitados para atender crisis emocionales.
Las autoridades señalaron que en momentos difíciles, la empatía y el diálogo pueden ser el primer paso para evitar desenlaces fatales. Las autoridades instan a la comunidad a no ignorar señales de alerta en familiares o amigos, como aislamiento, cambios drásticos en el comportamiento o expresiones de desesperanza.