El secretario de gobierno reafirmó el compromiso del Estado en atender la problemática migratoria.
El secretario de Gobierno, Óscar Pimentel González, informó que existe una estrategia integral enfocada en la persecución y judicialización de las redes de delincuencia organizada que lucran con el tráfico de migrantes, y las labores humanitarias para garantizar el bienestar de quienes intentan cruzar, con todos los permisos requeridos, a través del territorio estatal.
Estrategia. “Desde diciembre pasado estamos trabajando en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República y el Instituto Nacional de Migración (INM). El objetivo es contener y regular el flujo de migrantes para evitar una crisis en la frontera, como ha ocurrido anteriormente”, explicó.
El funcionario expuso que hay preocupación por la posible llegada masiva de migrantes a Coahuila debido a la organización de caravanas que buscan cruzar a Estados Unidos antes de la toma de posesión de Donald Trump como presidente. Según el Centro Nacional de Inteligencia, actualmente hay una caravana de aproximadamente 2,500 personas en proceso de organización, comentó.
Estrategias de seguridad y rescate humanitario. El secretario subrayó que detrás del flujo migratorio irregular operan bandas criminales que representan un riesgo no solo para los migrantes, sino también para la seguridad de las comunidades.
“Tenemos identificadas con toda precisión las bandas que operan en en este delito, inclusive ya tenemos los nombres de algunos cabecillas que ya están siendo investigados por la Fiscalía General de la República. Por razones de la investigación no podemos revelar más detalles”, afirmó.
Añadió que las autoridades han establecido puntos de control y revisión en las rutas migratorias para detectar y rescatar a personas en situación vulnerable. Asimismo, se da prioridad a quienes cuentan con documentación y permisos para cruzar, con el fin de evitar una saturación en la frontera.
Pimentel también alertó sobre la posibilidad de deportaciones masivas desde Estados Unidos, lo que implicaría un desafío adicional para Coahuila.