especialista Aseguró que, son comportamientos disruptivos, al no conocer límites en su entorno y actúan sabiendo que no habrá consecuencias.
C onductas disruptivas es el principal motivo por el que un alumno puede llevar a un salón de clases un arma e intentar dañar a otros o incluso así mismo, detalló María del Refugio Hernández Gaytán, psicóloga clínica con especialidad en psicología jurídica y forense.
¿Cuál es el concepto de ese tipo de conducta? “Son comportamientos que alteran el entorno y pueden manifestarse en la escuela, la casa o el entorno social. Se identifican por la desobediencia, la agresión, no cumplir con las normas o reglas que se les marcan a los niños y pueden incluir infracciones menores o más graves”.
Consecuencias. De acuerdo a la especialista una conducta disruptiva que no se atiende a tiempo con un menor imponiendo límites pueden ser un factor para que, se desencadenen graves comportamientos, omitir enseñarle a regular sus emociones como enojo o ira hacía las demás personas o seres vivos, pasar de largo no tener un control en él y omitir los berrinches sin ninguna represalia, es una señal para que, el niño piense que puede tener acciones tanto buenas como malas y no tendrá alguna consecuencia.
Conciencia. El desarrollo evolutivo de un niño a partir de los 7 años ya le permite distinguir perfectamente lo que es imaginario, real, fantasía y así mismo diferenciar que comportamientos están bien o mal.
Confusión. Con lo anterior, María del Refugio dejó en claro que un menor ya es capaz de distinguir entre un arma real y una de fantasía o identificar lo que podría causarle daño. Sin embargo, es un aspecto diferente que pueda dimensionar la gravedad de sus acciones.