A las ocho de la noche de hoy el juego de 'ida' entre México y Honduras
Aquí nos tocó vivir. México visita a Honduras en un partido que no representa exigencia mayor que la hostilidad y el odio deportivo que se vive en tierras catrachas.
El nivel del rival es paupérrimo, inexistente —lugar 77 según el ranking FIFA—, no es un encuentro que en lo futbolístico le vaya a servir de mucho al equipo que dirige Javier Aguirre.
Desde luego que el objetivo será apostar por un buen funcionamiento, demostrar personalidad y a algunos jugadores jóvenes les ayudará a forjar el carácter, nada más. No hay un desafío deportivo, mucho menos riesgo alguno frente a una de las selecciones con mayor rezago en la Concacaf —y seguramente en el mundo—.
Para Honduras recibir al Tricolor equivale a disputar un partido de Copa del Mundo, mientras que en el caso de México es uno de esos compromisos incómodos en los que hay poco que ganar y mucho que perder.
Si el Tri derrota a los Catrachos debe tomarse como algo “normal”, sin motivo alguno para presumir; y en caso de perder se desencadenará una ola de críticas —justificadas— debido a que con todo y crisis, la selección azteca es infinitamente superior a los centroamericanos.
No hay manera de que en una eliminatoria a dos partidos que cerrará en la altura de Toluca la Selección Mexicana pierda frente a Honduras, no la hay.
El gran reto de los dirigidos por el ‘Vasco’ radica en mostrar una buena cara, en alargar esos buenos pasajes que tuvieron en el partido pasado ante Estados Unidos, que sin haber sido una actuación brillante, es la mejor desde que el veterano entrenador tomó las riendas por tercera ocasión.