Durante la presente semana, se han registrado por lo menos cuatro casos de violencia en los que han estado involucrados menores en el estado de Coahuila.
Tras el hecho registrado en una escuela primaria de Torreón, Coahuila, en el que un menor disparó un arma de fuego que llevó al plantel con la intención de jugar con ella, pero accidentalmente se disparó, este incidente ha puesto en alerta a las escuelas.
Este tipo de situaciones, en las que los estudiantes se ven afectados por algún tipo de violencia y transmiten este comportamiento a los demás, son preocupantes. El comportamiento violento perjudica tanto a los que están alrededor como a ellos mismos. Por ello, es importante, según los especialistas, que todos trabajemos de manera conjunta para brindar la atención necesaria. Además, los padres de familia deben poner especial atención en sus hijos para que, al detectar cualquier síntoma, sea atendido de inmediato.
Ayuda. Existen diversas instituciones que se encargan de este tipo de problemas para ayudar a los jóvenes a mejorar su comportamiento.
El director de la escuela secundaria Benito Juárez, Javier Ramos, detalló que cualquier caso, por mínimo que sea, es alarmante cuando se trata de violencia. Los directivos de las escuelas deben trabajar en este tema, pero con el apoyo de las autoridades, implementando reglas más estrictas. Resaltó que, en la actualidad, los menores tienen muchos derechos, pero también tienen obligaciones que es importante recalcar, siendo una de las más fundamentales el respeto hacia los demás. Los valores son un tema que debe ser promovido por las instituciones religiosas, ya que se han ido perdiendo con el tiempo. Esto ha generado una sociedad llena de problemáticas, donde los más afectados son los jóvenes, y en ocasiones, los niños. Por lo tanto, es crucial retomar lo que se aprende en casa, ya que es formativo para ser mejores personas en la vida y en la sociedad.
Reglas. El director recordó que en el pasado hubo incidentes similares en Torreón y en Ramos Arizpe. Estos casos demuestran la necesidad de trabajar en la implementación de reglas más drásticas. En la institución que representa, realizan revisiones diarias de las mochilas con el consentimiento de los padres de familia para conocer qué llevan los estudiantes a la escuela. Esto forma parte de un estricto reglamento que busca garantizar la seguridad de todos los miembros de la comunidad escolar.