¿Cómo se puede saber la edad de un cadáver?

Cuando se encuentran restos humanos, lo más crucial es determinar quién es la persona. Aunque se pueden realizar numerosos y detallados análisis sobre los hallazgos, especialmente en lo que respecta al trauma esquelético, si no sabemos quién es el individuo, toda esa información pierde relevancia.

La edad del cadáver es una parte fundamental del perfil biológico, que incluye estimaciones del sexo, ancestro, edad y estatura. Estos datos generales sirven a las autoridades para buscar coincidencias en el registro de personas desaparecidas, permitiéndoles identificar a alguien que encaje en las características del cadáver, como si era hombre o mujer, el rango de edad, la estatura aproximada y la probabilidad de que perteneciera a un grupo étnico específico. A partir de esta búsqueda, se crea una lista de posibles coincidencias y se compara la información pre y postmortem para confirmar la identidad.

Siempre les explico a mis alumnos que, de los cuatro datos que forman el perfil biológico, en muchos casos no es posible determinar el ancestro a partir del análisis esquelético, y la estatura no aporta mucha información, por lo que el sexo y la edad son los elementos más significativos. Estos dos parámetros son fundamentales para crear el perfil biológico.

En cuanto al procedimiento, lo primero que hacemos al recibir unos restos es una observación general. Una vez que están procesados y limpios, los colocamos en su posición anatómica para evaluar el tipo de caso. Esta primera observación nos indica si el individuo era juvenil o adulto, si era un adulto joven o mayor (por los cambios degenerativos en los huesos), y si era hombre o mujer (por la morfología de la pelvis y el cráneo). Luego, aplicamos otros métodos para afinar estas estimaciones.

Al nacer, tenemos alrededor de 806 o 807 centros de osificación, que son fragmentos de hueso que se van fusionando a lo largo del tiempo para formar los 206 o 207 huesos del cuerpo adulto. Algunas estructuras se fusionan antes que otras, y aquellas que lo hacen más tarde son útiles para estimar la edad. Por ejemplo, si aún están fusionándose, sabemos que la persona tiene entre 18 y 25 años aproximadamente. En los adultos, el esqueleto muestra signos de degeneración progresiva.

Para estimar la edad en individuos juveniles, nos basamos en el crecimiento y desarrollo, lo cual es más preciso. En adultos, la estimación se hace a partir de los signos de degeneración esquelética. Los dientes son clave en los individuos juveniles, ya que hasta los diez años aproximadamente, el desarrollo dental es lo más fiable, ya que casi no está influenciado por factores ambientales.

Estimando la edad de un adulto, los factores ambientales, como la dieta, el abuso de sustancias o el ejercicio, complican la tarea, ya que estos factores afectan significativamente el envejecimiento. Por eso, mientras que para los juveniles podemos tener un margen de error de tres o cuatro años, en adultos el margen puede extenderse a décadas.

Es importante resaltar que las estimaciones de edad nunca son exactas. Si se te da una edad exacta, no la tomes como cierta. Una estimación de edad siempre se presenta con un rango de error, dependiendo del método utilizado.

Hoy en día, distinguir entre una persona de 70 u 80 años y una de 100 es complicado. No existen muchos métodos precisos para diferenciar a los adultos mayores, y creo que se necesita más investigación en este campo.

 
 

ver en sitio completo: ¿Cómo se puede saber la edad de un cadáver?