Un estudio reciente revela que más de un tercio de los pacientes quirúrgicos experimentan complicaciones debido a su procedimiento. Según los investigadores, aproximadamente el 38% de los pacientes adultos sufren eventos adversos durante o después de la cirugía, con casi la mitad de estas complicaciones resultando en daños graves, potencialmente mortales o letales.
El estudio, publicado en la edición del 13 de noviembre de la revista BMJ, también señala que alrededor del 60% de las complicaciones son potencialmente prevenibles, y un 21% de ellas podrían haberse evitado definitivamente. El equipo de investigación, liderado por el Dr. André Duclos de la Universidad Claude Bernard Lyon, concluyó que los eventos adversos continúan siendo comunes en la atención sanitaria actual, causando daño significativo y prevenible a los pacientes durante su hospitalización.
Los investigadores apuntan que las complicaciones no son solo responsabilidad de los cirujanos, sino que también involucran a otros profesionales de la salud en el hospital. El estudio analizó más de 1,000 casos de cirugía en 11 hospitales de Massachusetts en 2018 y encontró que el 38% de las cirugías resultaron en complicaciones, con el 16% de estos casos siendo eventos adversos graves.
Las complicaciones estuvieron relacionadas principalmente con procedimientos quirúrgicos (49%), seguidas de eventos adversos a medicamentos (27%), infecciones asociadas a la atención médica (12%) y problemas del hospital, como caídas o úlceras por presión (11%). La mayoría de las complicaciones ocurrieron en unidades de cuidados generales, con un 26% en quirófanos y un 13% en unidades de cuidados intensivos.
Además, los investigadores destacaron que muchas de estas complicaciones eran prevenibles. La falta de personal, el agotamiento de los médicos y la insuficiente utilización de tecnologías para detectar y prevenir problemas de salud fueron algunas de las razones identificadas como factores contribuyentes. También se subrayó la falta de involucramiento de pacientes y familias en la identificación de las causas de las complicaciones, lo que podría ser clave para mejorar la seguridad del paciente.