Cada año, más de 600,000 personas en el mundo mueren a causa de la malaria transmitida por mosquitos, y la mayoría de estas muertes ocurren en niños menores de 5 años. Sin embargo, ahora surge una preocupación creciente: el parásito de la malaria podría estar desarrollando resistencia a la artemisinina, el medicamento más utilizado para tratar la enfermedad.
Un reciente estudio realizado en África ha mostrado que los niños con malaria grave presentan señales de resistencia parcial a la artemisinina. Este estudio, el primero de su tipo en el continente africano, también reveló que muchos niños infectados con malaria grave experimentaron una recaída de la enfermedad dentro de los 28 días después de recibir el tratamiento estándar con artesunato, un derivado de la artemisinina.
El Dr. Chandy John, coautor del estudio y director del Centro Ryan White de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Indiana, señaló que este es el primer estudio en África que muestra resistencia parcial al medicamento en niños. Los resultados fueron presentados en la reunión anual de la Sociedad Americana de Medicina Tropical e Higiene y publicados en el Journal of the American Medical Association.
Desde la introducción de la artemisinina hace dos décadas, el tratamiento de la malaria había mejorado significativamente. Sin embargo, ya en 2008 se detectaron señales de resistencia en el parásito Plasmodium falciparum, que causa la malaria. Con el tiempo, algunos pacientes en Camboya mostraron resistencia parcial al medicamento, y en 2013 hubo casos en los que la artemisinina no fue completamente eficaz.
En este nuevo estudio, se encontró que 11 de 100 niños en Uganda mostraron signos de resistencia parcial a la artemisinina, con tiempos de tratamiento mucho más largos para eliminar el parásito. Además, 10 niños que parecían haber sido curados experimentaron una recaída de la enfermedad, lo que sugiere que la artemisinina no eliminó completamente el parásito.
El equipo de investigación también detectó que algunos de los niños portaban formas de P. falciparum con las mismas mutaciones asociadas a la resistencia observada en el sudeste asiático. Este hallazgo es el primero de su tipo en niños africanos con malaria grave.
El estudio también mostró que muchos niños recibieron un segundo medicamento, la lumefantrina, además de la artemisinina. Sin embargo, algunos de estos niños también sufrieron recaídas, lo que sugiere que el parásito podría estar desarrollando resistencia a la lumefantrina.
El Dr. John destacó que el hecho de que ya se estén viendo signos de resistencia antes de que se haya buscado específicamente es una señal preocupante. Además, señaló que la aparición de recaídas después de lo que parecía ser una cura total es alarmante.