Inclisirán reduce de manera significativa y sostenida el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (c-LDL) y otras partículas aterogénicas. Más de un 65 % de los pacientes alcanzan un nivel de c-LDL inferior a 55. Este medicamento también facilita la organización de la fase 3 de la rehabilitación cardiaca y ha demostrado que la terapia hipolipemiante combinada en prevención secundaria es más eficaz.
Durante el Congreso SEC24 de la Salud Cardiovascular, se celebró un simposio titulado Inclisirán un año después, principales experiencias y novedades. En el evento, el moderador compartió algunas cifras, destacando que "ya se han tratado más de 2.500 pacientes con este fármaco en España y más de 75.000 en Europa".
En un documento de consenso reciente sobre el uso de nuevas terapias hipolipemiantes en la práctica clínica, elaborado por varias sociedades científicas, se planteó cómo utilizar este fármaco en pacientes con enfermedad vascular crónica. Se recomendó añadir la terapia con inhibidores de la proproteína convertasa subtilisina/kexina tipo 9 (PCSK9) si los niveles de c-LDL permanecen por encima de 100 mg/dl, a pesar de tratarse con estatinas, ezetimiba y ácido bempedoico. Ahora, Inclisirán también está disponible, con un efecto prolongado frente a los inhibidores de PCSK9, lo que permite una posología cómoda con dos inyecciones al año.
La Dra. Almudena Castro, cardióloga del Hospital La Paz de Madrid, comentó durante su intervención que no se debe tratar a los pacientes como números, sino que es esencial tener en cuenta el perfil de riesgo individual de cada uno. En su centro, cerca del 50 % de los pacientes que solicitaron el tratamiento con Inclisirán lo hicieron debido a que no alcanzaban los objetivos terapéuticos. Además, un 28 % lo pidió debido a la intolerancia a las estatinas y un 9,4 % por efectos adversos graves de estas, mientras que otro 9,4 % lo solicitó por razones geográficas. La Dra. Castro explicó que en muchos casos, no alcanzar los objetivos se debía a niveles elevados de lipoproteína(a) [Lp(a)].
Entre los resultados destacados, la Dra. Castro mencionó que la reducción media de c-LDL fue de un 50 %, pasando de 117 a 61,2 mg/dl. En pacientes intolerantes a las estatinas, la reducción fue más modesta, de 127 a 75,2 mg/dl. En aquellos que no alcanzaban los objetivos, la reducción fue más pronunciada, de 110 a 41,2 mg/dl, gracias a los efectos adicionales del fármaco sobre la síntesis y eliminación del colesterol. Además, se observó una disminución del 40 % en las cifras de Apo B y un 25 % en los niveles de lipoproteína(a), con estos descensos evidentes ya a las tres semanas de la primera dosis.