La organización civil El Poder del Consumidor ha lanzado una fuerte advertencia a los consumidores en México sobre los peligros de un refresco popular que contiene ingredientes perjudiciales para la salud. Según un análisis detallado, el producto presenta altos niveles de azúcar y contiene aditivos como el colorante caramelo IV, el cual ha sido vinculado a efectos cancerígenos en estudios con animales.
Este refresco, que lleva el sello de "Exceso de Azúcares", contiene 67.2 gramos de azúcares añadidos, lo que equivale a 13.4 cucharadas de azúcar, una cantidad que excede en un 134.4% la recomendación diaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para adultos y en un 167.5% para los niños. Este alto consumo de azúcar está relacionado con el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares.
Además, la bebida aporta 270 calorías por envase, lo que representa el 13.5% de la ingesta calórica diaria recomendada para un adulto y el 17% para un niño, según las guías dietéticas de México. Estas calorías provienen principalmente de los azúcares, ya que el refresco contiene jarabe de maíz de alta fructosa, un ingrediente que eleva los niveles de glucosa en sangre y está vinculado a la obesidad y otros problemas metabólicos.
Uno de los componentes más preocupantes es el colorante caramelo IV, que contiene subproductos como el 4-metilimidazol, una sustancia que ha generado preocupaciones por su potencial cancerígeno. En lugares como California, este colorante está regulado debido a los riesgos que representa para la salud. Además, el refresco contiene benzoato de sodio, un conservador que puede liberar benceno, un compuesto cancerígeno, cuando se mezcla con ácidos.
La bebida también contiene cafeína, lo que la hace inapropiada para niños, aunque sigue siendo un producto dirigido a este grupo de consumidores. El consumo de cafeína a edades tempranas puede afectar el desarrollo neurológico y fomentar la dependencia.
Frente a estos riesgos, El Poder del Consumidor recomienda optar por alternativas más saludables y reducir el consumo de bebidas azucaradas y productos con aditivos potencialmente peligrosos. La organización también insta a una mayor regulación en el etiquetado y la composición de estos productos, especialmente aquellos que contienen ingredientes como el caramelo IV y el jarabe de maíz de alta fructosa.