Un reciente estudio revela que las muertes por enfermedad cardíaca han aumentado entre las personas de 25 a 64 años en las zonas rurales de Estados Unidos, con un incremento de aproximadamente un 21% entre 2010 y 2022, según los investigadores de la revista Journal of the American College of Cardiology. Esto ocurrió a pesar de que las tasas de mortalidad cardíaca en las áreas urbanas disminuyeron en un 9% durante el mismo periodo.
Además, la brecha entre las tasas de mortalidad en las zonas rurales y urbanas se amplió durante la pandemia de COVID-19, según los hallazgos.
Factores contribuyentes
El Dr. Lucas Marinacci, investigador principal del estudio, explicó que antes de la pandemia, ya existía un declive en la salud cardiometabólica de las comunidades rurales, especialmente entre los adultos más jóvenes. Este deterioro podría haber incrementado su vulnerabilidad a los efectos directos e indirectos del COVID-19.
Los investigadores analizaron los datos de más de 11 millones de adultos entre 2010 y 2022, y confirmaron que las comunidades rurales enfrentan una carga desproporcionada de factores de riesgo cardiovascular. Además, la pandemia exacerbó las dificultades económicas, la escasez de servicios médicos y el cierre de hospitales en estas áreas.
Tendencias en las tasas de mortalidad
- En las zonas rurales: La tasa de mortalidad por enfermedad cardiaca aumentó en casi un 1% durante los 12 años del estudio, mientras que en las áreas urbanas disminuyó en más de un 6%.
- Las muertes por enfermedad cardiaca en personas mayores se redujeron en general, pero en las zonas rurales solo bajaron un 4%, frente al 9% en las áreas urbanas.
- Tras el inicio de la pandemia en 2020, las muertes por enfermedades cardiacas aumentaron un 8% en las zonas rurales, frente a un aumento de menos del 4% en las áreas urbanas.
El Dr. Marinacci señaló que el control de los factores de riesgo cardiovascular empeoró durante la pandemia, y las zonas rurales experimentaron mayores interrupciones en el acceso y la cobertura de atención médica, lo que agravó la situación. Además, las dificultades económicas y psicosociales relacionadas con la pandemia afectaron de manera desproporcionada a estas comunidades.
Propuestas para abordar el problema
La Dra. Karen Joynt Maddox, presidenta de la Asociación de Asesoría Presidencial sobre la Carga de Enfermedades Cardiovasculares, subrayó que las comunidades rurales enfrentan una alta carga de factores de riesgo como la diabetes tipo 2 y la hipertensión, además de tener un acceso limitado a atención médica especializada y tecnologías cardiovasculares.
Ella destacó la necesidad urgente de implementar soluciones innovadoras, como consultas con especialistas a través de telesalud y políticas públicas para mejorar la accesibilidad y asequibilidad de la atención en las áreas rurales, con el fin de revertir las tendencias alarmantes en las tasas de mortalidad cardiovascular.