El primer ministro canadiense Justin Trudeau dijo que las democracias de todo el mundo están preocupadas por el exceso de capacidad china.
El jefe de la provincia más grande de Canadá dejó hoy flotar la propuesta de sacar a México del acuerdo comercial de América del Norte, conocido como T-MEC.
Doug Ford, primer ministro de Ontario, planteó la idea de volver a un pacto bilateral entre Canadá y Estados Unidos como el que precedió a la promulgación del TLCAN en 1994.
En un comunicado difundido en redes sociales, Ford criticó a México por convertirse en una “puerta trasera para el ingreso de los coches, piezas de automóviles y otros productos chinos”, y dijo que ello pone en peligro los mercados y los trabajadores canadienses y estadounidenses.
“Si México no lucha contra el transbordo, por lo menos igualando los aranceles canadienses y estadounidenses sobre las importaciones chinas, no debería tener un asiento en la mesa ni disfrutar del acceso a la mayor economía del mundo”, subrayó.
Ford abogó por “dar prioridad a la asociación económica más estrecha del planeta negociando directamente un acuerdo bilateral de libre comercio entre Estados Unidos y Canadá que dé prioridad a los trabajadores estadounidenses y canadienses”.
Los comentarios de Ford se producen luego de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El propio Trump ha advertido que busca cambios en el T-MEC, que debe ser sometido a revisión en 2026.
Más tarde, en una rueda de prensa, Ford dijo que propone que el gobierno federal busque un acuerdo comercial bilateral con Estados Unidos y quizá un acuerdo bilateral separado con México, informó CBC News.
“Si México quiere un acuerdo comercial bilateral con Canadá, que Dios le bendiga”, dijo. “Pero no voy a dejarme arrastrar por esas importaciones baratas que quitan el trabajo a los hombres y mujeres que trabajan duro en Ontario”, añadió.
Cuestionado sobre las declaraciones de Ford, el primer ministro canadiense Justin Trudeau dijo que las democracias de todo el mundo están preocupadas por el exceso de capacidad china “y las prácticas comerciales desleales que la economía china está infligiendo al mundo”.
Señaló que “seguiremos trabajando con socios como Estados Unidos, y esperamos que México también, para asegurarnos de que estamos unidos en nuestro deseo de proteger los buenos empleos que son más responsables con el medio ambiente de lo que son en China, más responsables en torno a las prácticas laborales y el apoyo a las familias de manera significativa”. Evitó decir si su gobierno estaría dispuesto a dejar fuera a México del T-MEC.