Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial, y en muchos casos están relacionadas con la aterosclerosis, una condición en la que se acumulan placas de colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias, lo que provoca su endurecimiento y estrechamiento, limitando el flujo sanguíneo.
Por esta razón, es de gran importancia clínica evaluar y monitorear la progresión y extensión de la aterosclerosis en personas asintomáticas, especialmente en la arteria carótida, para determinar si estos factores pueden predecir la mortalidad global.
Con este fin, un grupo de investigadores del Mount Sinai Fuster Heart Hospital en Nueva York, Estados Unidos, y del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) llevó a cabo un estudio para examinar si la carga de aterosclerosis silenciosa y su progresión en personas asintomáticas están relacionadas de forma independiente con la mortalidad por todas las causas. Los resultados fueron publicados recientemente en The Journal of the American College of Cardiology (JACC).
Progresión de la aterosclerosis silenciosa y su relación con la mortalidad global
A pesar de los avances en la investigación cardiovascular, existe poca evidencia sobre si la medición de la extensión y progresión de la aterosclerosis en personas asintomáticas puede predecir la mortalidad por todas las causas. Según el estudio dirigido por el Dr. Valentín Fuster, director del CNIC y del Mount Sinai Fuster Heart Hospital, la respuesta es afirmativa. El estudio incluyó a 5.716 individuos (con una edad promedio de 68,9 años y un 56,7 % de mujeres) de un total de 7.687 adultos asintomáticos del proyecto BioImage, un estudio prospectivo realizado entre 2008 y 2009 en Chicago y Fort Lauderdale, Estados Unidos. Los participantes no tenían antecedentes de enfermedades cardiovasculares y no estaban recibiendo tratamiento contra el cáncer.
De los participantes, 732 se sometieron a una segunda prueba de ecografía vascular, con un promedio de 8,9 años de diferencia respecto a la primera, y se realizó un seguimiento de 12,4 años para determinar la mortalidad global. Durante este período, fallecieron 901 personas (15,76 %). Se observó que tanto la carga de placa carotídea como la calcificación de las arterias coronarias al inicio del estudio estaban asociadas con un mayor riesgo de muerte por todas las causas.
Implicaciones clínicas
Los hallazgos de este estudio podrían ser de gran utilidad en la práctica clínica, según el Dr. Borja Ibáñez, director científico del CNIC. La ecografía vascular, al ser una prueba no invasiva y económica, puede ofrecer información pronóstica adicional significativa, lo que facilita la estratificación de los pacientes y la personalización de las recomendaciones sobre estilo de vida y control de factores de riesgo cardiovascular.
El Dr. Fabián Sanchís, cardiólogo en Stanford University e investigador ajeno al estudio, señaló que la ecografía vascular es accesible y de bajo costo, lo que la convierte en una herramienta viable en todas las unidades de cardiología. La monitorización de la aterosclerosis subclínica podría ser clave para mejorar la predicción y prevención de la mortalidad general, disponible en muchos hospitales alrededor del mundo.
El estudio no contó con la participación de Philips ni de SQ Innovation, las cuales fueron mencionadas en los conflictos de interés de algunos autores, pero no tuvieron relación con la investigación.