Los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) continuarán trabajando en un acuerdo global para manejar futuras pandemias hasta 2025, al reconocer que aún están lejos de lograr un consenso. Este lunes, las autoridades decidieron extender las negociaciones, con la esperanza de que el acuerdo final se logre antes de la próxima Asamblea Mundial de la Salud, prevista para mayo de 2025.
“Todavía queda mucho trabajo por hacer”, declaró Anne-Claire Amprou, embajadora de Francia y copresidenta del órgano de negociación, durante una rueda de prensa en Ginebra.
El acuerdo global sobre prevención, preparación y respuesta ante pandemias sigue siendo un desafío complejo y urgente para los países de la OMS. Este proceso comenzó en diciembre de 2021, cuando los 194 Estados miembros de la OMS se comprometieron a desarrollar un marco común para evitar los devastadores efectos de la pandemia de COVID-19, que causó millones de muertes, graves pérdidas económicas y colapsó sistemas de salud, poniendo en evidencia la necesidad de una cooperación internacional más sólida.
Las conversaciones en curso han revelado las dificultades de equilibrar los intereses y preocupaciones de los distintos países. Temas como el financiamiento para la preparación ante pandemias, el intercambio equitativo de información y recursos médicos, y las estrategias de vacunación han sido intensamente debatidos, con diversas perspectivas en juego. Mientras algunos países defienden normas más estrictas para compartir recursos y proteger las cadenas de suministro globales, otros prefieren mantener autonomía en la gestión de emergencias sanitarias.
El papel de la OMS en la implementación del acuerdo también ha sido objeto de discusión. La organización busca consolidar un rol central y normativo, coordinando acciones y recursos a nivel global, pero esta visión enfrenta resistencias de quienes prefieren enfoques más descentralizados y temen una interferencia excesiva en sus políticas nacionales de salud.
A pesar de la extensión de las negociaciones, la OMS y los expertos internacionales subrayan la necesidad de actuar con rapidez. La posibilidad de una futura pandemia similar al COVID-19, o incluso más devastadora, sigue siendo una preocupación real. Los científicos alertan sobre el riesgo de nuevas enfermedades infecciosas y la rápida transmisión global debido a la movilidad moderna.
Para los ciudadanos, este acuerdo podría significar sistemas de alerta temprana más eficientes, un acceso más equitativo a vacunas y tratamientos, y una mayor preparación en los sistemas de salud nacionales. El éxito de este acuerdo no solo fortalecería la infraestructura sanitaria mundial, sino que también brindaría mayor seguridad a la población global frente a amenazas sanitarias sin fronteras.