San Josafat es un santo venerado en la Iglesia católica y es conocido por su compromiso con la unidad cristiana y su martirio.
Vida
San Josafat, cuyo nombre original era Juan Kuncevic, nació en el año 1580 en Volodymyr, en la actual Ucrania, en el seno de una familia católica. A los 19 años, ingresó a la orden de los basilianos, donde adoptó el nombre de Josafat. Estudió en un monasterio en Vilna y se destacó por su vida de oración y su dedicación a la fe. Fue nombrado obispo de Vitebsk en 1617 y, más tarde, arzobispo de Polotsk en 1620. Durante su ministerio, trabajó para fomentar la unión entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa.
Obra
San Josafat se dedicó a promover la reconciliación y la unidad entre católicos y ortodoxos, en un período de tensiones religiosas. Defendió el uso de la liturgia católica y la autoridad del Papa, lo que le ganó tanto seguidores como enemigos. Se destacó por su cuidado pastoral hacia los fieles, visitando comunidades y predicando el evangelio con fervor. Sus esfuerzos se centraron en fortalecer la fe de los católicos y ganar la confianza de los ortodoxos a través de su ejemplo. Su vida fue trágicamente interrumpida cuando, el 12 de noviembre de 1623, fue asesinado en Vitebsk por un grupo de ortodoxos que se oponían a su trabajo, ya sus enseñanzas. Su martirio se convirtió en un símbolo de la lucha por la unidad cristiana.
Patronazgo
San Josafat es el patrón de los mártires y de la unión entre católicos y ortodoxos. Su vida es un ejemplo de cómo la fe y la dedicación pueden superar la división y la adversidad.
Celebración
La festividad de San Josafat se celebra el 12 de noviembre. En esta fecha, los fieles recuerdan su sacrificio y su trabajo por la unidad de la Iglesia, así como su firme compromiso con la fe cristiana. Su legado continúa inspirando a quienes trabajan por la reconciliación y la unidad en el cristianismo.