Un estudio reciente ha revelado que más de un tercio de los estadounidenses aún mantienen desconfianza hacia la ciencia detrás de las vacunas contra la COVID-19. Este nivel de desconfianza ha permanecido relativamente constante, con un 36% en 2021, un 33% en 2022 y un 36% en 2023.
Los resultados indicaron que las personas que perdieron a un ser querido debido a la COVID-19 mostraron una mayor tendencia a confiar en la ciencia de las vacunas y a aceptarlas. Por ejemplo, aquellos que experimentaron una pérdida en el año anterior tenían casi cuatro veces más probabilidades de confiar en los expertos en vacunas que aquellos que no sufrieron una pérdida.
El investigador principal, Trenton White, de la Universidad de Salud Global de Barcelona, destacó que estos hallazgos subrayan la importancia de la confianza en la ciencia durante las crisis de salud pública. También señaló que las experiencias personales de pérdida debido a la pandemia enfatizan la necesidad de que las comunicaciones de salud pública sean sensibles al impacto emocional de estos eventos.
En general, la aceptación de la vacuna fue más alta entre los hombres, las personas con títulos universitarios y las familias con ingresos más altos.
Los investigadores sugieren que, en el futuro, las autoridades de salud pública deben considerar los diversos contextos de la población estadounidense y desarrollar mensajes que construyan y mantengan la confianza en la ciencia de manera efectiva. Ayman El-Mohandes, investigador sénior, señaló que los resultados de esta investigación ofrecen valiosa información para los responsables de políticas y comunicadores de salud, especialmente en relación con la continua resistencia global a las vacunas.