Familia y amigos acompañan la despedida con llantos y aplausos, celebrando su valentía.
Le cerraron las puertas de la escuela, pero se abrieron las del 'cielo' para Ana Abigaíl Amaya Romo, quien fue despedida con amor y llantos afuera de la primaria Minerva Ramos Rendón, en donde los directivos se negaron a que el cuerpo recibiera un homenaje en el patio de la escuela. Sin embargo, la carroza pasó frente al plantel y sus compañeritos salieron para darle el último adiós.
Ana Abigaíl tenía 9 años de edad y desde enero luchó con todas sus fuerzas contra cáncer de huesos y fue el pasado martes en cuanto dejo este mundo terrenal. Una niña amorosa, platicadora, preguntona y con muchas ganas de aprender es como la recordaran afirmó su maestra del cuarto grado, Brenda Zavala.
Negativa. Trágicamente, el cuerpo de Abigaíl no pudo entrar por última vez a la escuela que la vio crecer durante los últimos cuatro años, en donde sus risas quedaron marcadas como recuerdos entre los pasillos que fueron testigos de su alegría.
A sus compañeritos únicamente se les permitió que, salieran a las banquetas del frente de la escuela mientras decenas de padres de familia también los acompañaron, todos con globos blancos aplaudieron la valentía que la pequeña tuvo en vida y lloraron su ausencia mientras dejaban ir los globos a lo más alto del cielo.
Despedida. En el sitio, su madre Ana Karen, su hermanito Héctor, abuelitos y tíos escoltaron la carroza de Abigaíl al mismo tiempo de escuchar cómo será recordada por su maestra, compañeritos y hasta padres de familia.