El expresidente Donald Trump ha dado un paso decisivo hacia la Casa Blanca tras adjudicarse la victoria en Estados clave como Pensilvania, Georgia y Carolina del Norte, consolidando así una ventaja prácticamente irreversible frente a la aspirante demócrata, Kamala Harris. Con un total de 267 delegados de los 270 necesarios para ganar, Trump se coloca como virtual ganador de las elecciones, a la espera de los resultados finales en algunos territorios clave.
Hasta el momento, el candidato republicano ha asegurado 23 estados en comparación con los 17 obtenidos por Harris, entre los que destacan Nueva York, California e Illinois. Estos triunfos en los llamados "Estados bisagra" —territorios donde los márgenes de victoria suelen ser estrechos y pueden inclinar la balanza electoral— han marcado una ventaja clara para Trump en la contienda.
La noche electoral estuvo marcada por una fiesta en West Palm Beach, Florida, donde el expresidente apareció ante sus seguidores alrededor de las 2:30 de la madrugada (8:30 en España peninsular) para celebrar la tendencia favorable en el escrutinio.
"Vamos a arreglar todo lo que está mal en este país", proclamó Trump, visiblemente emocionado, ante un público entusiasta.
El camino hacia la victoria no ha sido fácil para ninguno de los dos candidatos, ya que las encuestas previas mostraban márgenes de diferencia mínimos. La atención ha estado centrada en los siete Estados bisagra: además de Pensilvania, Georgia y Carolina del Norte, donde Trump ya ha logrado una victoria decisiva, los resultados continúan en Wisconsin, Michigan, Arizona y Nevada, donde el conteo sigue en curso.
La victoria en estos Estados podría confirmar el regreso de Trump a la Casa Blanca, poniendo fin a un proceso electoral reñido y polémico. Mientras tanto, el equipo de Harris sigue al pendiente de los votos restantes, aunque las posibilidades de remontar la desventaja parecen escasas.
A medida que el conteo final avanza, el país se mantiene en suspenso, esperando los resultados definitivos de una elección que podría cambiar nuevamente el rumbo de Estados Unidos.