La nutrición debería ser un asunto sencillo, pero en la era actual de información (y desinformación), decidir qué comer puede resultar complicado.
Desde etiquetas engañosas en los productos del supermercado hasta influencers que promueven la última dieta de moda, los mitos sobre la alimentación se difunden rápidamente, dejando a menudo más confusión que claridad.
Para despejar algunos de los conceptos erróneos más comunes, el nutriólogo Mag Ayyad, especialista en manejo del peso en el Hospital Houston Methodist, ha desmentido cinco de los mitos sobre nutrición más habituales.
Mito #1: "El azúcar siempre es malo para la salud"
Es frecuente oír que el azúcar es el principal enemigo de una alimentación saludable. Sin embargo, Ayyad aclara que no todos los azúcares son iguales ni siempre perjudiciales. Los azúcares naturales, presentes en frutas y productos lácteos, vienen acompañados de nutrientes valiosos como vitaminas, minerales, proteínas y fibra, lo que los convierte en opciones nutritivas. El verdadero problema son los azúcares añadidos, como el azúcar de mesa y los jarabes en las bebidas, que deben ser consumidos con moderación. La clave, según el experto, es encontrar un equilibrio: las personas sin problemas de salud pueden disfrutar de una porción ocasional de azúcar, siempre que no superen los límites recomendados (24 gramos diarios para mujeres y 36 gramos para hombres).
Mito #2: "Lo orgánico es siempre más saludable que lo no orgánico"
La palabra "orgánico" suele evocar la idea de alimentos más puros y saludables. Sin embargo, Ayyad indica que los productos orgánicos no son necesariamente superiores desde el punto de vista nutricional. Aunque la agricultura orgánica reduce el uso de pesticidas y favorece la sostenibilidad, el cuerpo humano puede procesar sin dificultad las mínimas cantidades de pesticidas presentes en los productos convencionales. Por lo tanto, aunque optar por alimentos orgánicos es válido, no es una necesidad nutricional.
Mito #3: "La carne roja y los lácteos aumentan el colesterol"
Durante años, se ha asociado a alimentos ricos en colesterol, como la carne roja, los lácteos y los huevos, con un aumento en el colesterol alto. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que nuestro cuerpo regula los niveles de colesterol de manera natural y que el colesterol dietético no es el principal responsable. De hecho, el consumo moderado de estos alimentos puede ser parte de una dieta equilibrada sin incrementar el riesgo de enfermedades cardíacas en personas saludables.
Mito #4: "Para perder peso, necesitas seguir una dieta de moda"
Con la proliferación de dietas populares como la cetogénica, paleo y Whole30, Ayyad advierte que estos enfoques no son necesariamente la mejor forma de perder peso. Aunque pueden ofrecer resultados a corto plazo, las dietas restrictivas suelen ser difíciles de mantener y pueden llevar a recuperar el peso perdido. En su lugar, el experto sugiere enfocarse en cambios sostenibles en la alimentación y adoptar hábitos saludables a largo plazo.
Mito #5: "Las leches vegetales son más saludables que la leche de vaca"
Con la creciente popularidad de las leches vegetales como las de almendra, avena y soya, la leche de vaca parece haber perdido su prestigio. Sin embargo, Ayyad sostiene que la leche de vaca sigue siendo una de las mejores fuentes de proteínas y calcio, nutrientes esenciales que las alternativas vegetales no siempre ofrecen en cantidades adecuadas. Las bebidas vegetales están principalmente dirigidas a personas con intolerancia a la lactosa o dietas específicas, pero para quienes pueden consumir lácteos, la leche de vaca sigue siendo una opción altamente nutritiva.
En lugar de dejarse llevar por modas o mitos populares, Ayyad recomienda basar la alimentación en principios de balance y moderación. Con estos cinco mitos desmentidos, podemos comenzar a tomar decisiones más informadas y a centrarnos en desarrollar hábitos alimenticios que realmente beneficien nuestra salud.