Mireya confesó haber atado a Lupita, de 16 años, de pies y manos, con el argumento de calmarla, cubrió su rostro con una sábana.
La muerte de una adolescente internada en un centro de rehabilitación en Saltillo ha destapado una serie de irregularidades en el lugar y puesto en el centro de la investigación a una trabajadora, quien enfrenta cargos por homicidio calificado.
El pasado 30 de octubre, María Guadalupe “N”, de 16 años, falleció en el Hospital Universitario de Saltillo, donde fue ingresada después de un supuesto incidente en la casa de rescate “Puerto del Navegante”, ubicada en la colonia Josefa Ortiz de Domínguez, en Saltillo.
Según la Fiscalía General del Estado de Coahuila (FGE) la joven habría sufrido un episodio de crisis, que fue manejado de manera violenta por una de las empleadas del centro, identificada como Mireya “N”, originaria del Estado de México.
Durante su declaración, la acusada confesó haber atado a María Guadalupe de pies y manos y, con el argumento de calmarla, cubrió su rostro con una sábana. La necropsia confirmó que la causa de muerte fue asfixia mecánica por sofocación.
Los investigadores revisaron las grabaciones de seguridad del centro y detectaron que ciertos momentos críticos fueron eliminados, lo cual ha levantado sospechas sobre posibles intentos de ocultar el suceso.