El pasado 1 de octubre, Claudia Sheinbaum hizo historia al convertirse en la primera mujer presidenta de México, marcando un hito en la historia democrática del país. A un mes de su gobierno, que finalizó el 1 de noviembre, su administración ha transitado entre desafíos significativos en seguridad, confrontaciones con el Poder Judicial, el cumplimiento de sus promesas de campaña y una favorable aceptación ciudadana, aunque menor la del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
La seguridad ha sido un tema prioritario para Sheinbaum, quien presentó una estrategia basada en cuatro ejes: atención a las causas, fortalecimiento de la Guardia Nacional, inteligencia e investigación y coordinación interinstitucional. Aunque la estrategia se implementó de inmediato, el país ha registrado más de 2,200 homicidios dolosos durante octubre, lo que equivale a un promedio de 74.1 homicidios diarios. La ciudadanía, sin embargo, percibe positivamente los esfuerzos iniciales del gobierno, y el 54 % aprueba esta nueva estrategia de seguridad, aunque persisten dudas sobre su efectividad a largo plazo. Sheinbaum ha asegurado que los resultados llegarán gradualmente, consciente de que la violencia es un problema arraigado que requiere tiempo para disminuir. Uno de los temas que ha generado mayor controversia en el gobierno de Sheinbaum es la Reforma Judicial, una medida impulsada originalmente por su predecesor y respaldada por la nueva presidenta. El conflicto escaló cuando Sheinbaum no acató una orden judicial para eliminar la publicación de la reforma en el Diario Oficial de la Federación, una acción que contó con el apoyo del Senado, de mayoría morenista. En consecuencia, ocho de los 11 ministros de la Suprema Corte anunciaron su renuncia para evitar participar en las próximas elecciones judiciales. Expertos sostienen que esta tensión representa una crisis institucional, acentuada por la falta de contrapesos al Ejecutivo. En el ámbito social y económico, Sheinbaum ha avanzado en varios de los compromisos de su plan de gobierno. Durante este primer mes, lanzó iniciativas para garantizar la paridad de género, propuso nuevas secretarías y anunció planes de infraestructura, como la construcción de un millón de viviendas y el desarrollo de nuevas rutas de tren de pasajeros. Además, ha impulsado la Pensión para Mujeres de 60 a 64 años y otros programas de bienestar, con el objetivo de reducir la pobreza y apoyar a sectores vulnerables.Al respecto, la presidenta ha dejado claro que su gobierno priorizará la sustentabilidad y las energías limpias, distanciándose de la política energética de López Obrador. En noviembre, Sheinbaum participará en la reunión del G-20 en Brasil, destacando su intención de posicionar a México en foros internacionales, una práctica que difiere de la administración previa. Pese a la situación de inseguridad y la polémica Reforma Judicial, Sheinbaum goza de un alto nivel de aprobación. Según una encuesta de FactoMétrica, el 77 % de la población aprueba su gestión tras este primer mes. Su estilo de liderazgo, caracterizado por su dinamismo y enfoque estructurado, ha generado expectativas entre los ciudadanos. A diferencia del carisma de López Obrador, Sheinbaum ha mostrado un estilo más directo y formal, priorizando temas de género, movilidad y sustentabilidad. Así, el primer mes de la presidencia de Claudia Sheinbaum ha sido intenso y lleno de retos. La combinación de reformas estructurales, estrategias de seguridad y políticas sociales ha dejado una impresión mixta en la sociedad mexicana, pues mientras que muchos ven con optimismo su administración, los conflictos con el Poder Judicial y la persistente violencia son recordatorios de los complejos desafíos que enfrenta el país. ¿O usted qué opina?