Estar sentado durante largas horas se ha vuelto una realidad para millones de personas en todo el mundo, especialmente en trabajos que requieren pasar extensos períodos frente a una pantalla.
Aunque a primera vista puede parecer una actividad inofensiva, la ciencia indica que pasar demasiado tiempo en una posición sentada podría estar perjudicando nuestra salud de maneras que muchos ignoran.
Katy Bowman, biomecánica y autora de Mueve tu ADN, señala que el tiempo excesivo en una silla puede acelerar el envejecimiento del cuerpo. Ya sea en lo que respecta a la salud ósea, articular, la masa muscular o los niveles de energía, estar sentado durante períodos prolongados tiene efectos significativos.
Un estudio reciente en Taiwán, que monitoreó a 480,000 personas durante 13 años, reveló que aquellos que pasaban la mayor parte de su jornada laboral sentados tenían un 34% más de riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares.
Además, el estudio encontró que el riesgo de mortalidad general era un 16% mayor en comparación con aquellos que mantenían un estilo de vida laboral más activo.
¿Por qué es peligroso estar tanto tiempo sentado?
Las repercusiones de un estilo de vida sedentario no se limitan a problemas cardiovasculares. La Asociación Americana del Corazón advierte que estar sentado durante largos períodos puede aumentar el riesgo de infarto o accidente cerebrovascular, incluso en personas que cumplen con las recomendaciones de actividad física semanal. Apenas 30 minutos en esta posición pueden afectar la circulación sanguínea, y pasar más de 10 horas sentados incrementa considerablemente los riesgos.
También se observan efectos musculares y articulares. Investigaciones han demostrado que la musculatura de las piernas y los glúteos puede empezar a debilitarse tras solo 30 minutos de inmovilidad. Este debilitamiento, junto con el dolor lumbar, suele presentarse en quienes trabajan sentados durante muchas horas, lo que contribuye a problemas de espalda y rodillas.
Un impacto en el peso y el estado de ánimo
El tiempo prolongado en una posición sentada no solo afecta el corazón o los músculos, sino que también puede tener consecuencias metabólicas y emocionales. Según Thom Rieck, del Programa Mayo de Vida Sana, en los últimos 50 años, los estadounidenses han quemado aproximadamente 100 calorías menos al día, lo que aumenta el riesgo de diabetes tipo 2 y obesidad. Además, un estilo de vida sedentario puede alterar la regulación del azúcar en sangre y dificultar la descomposición de grasas, factores que incrementan la probabilidad de ganar peso.
Asimismo, estar sentado por períodos prolongados se relaciona con problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión. La falta de movimiento puede reducir los niveles de endorfinas, hormonas esenciales para el bienestar emocional.