El Roma volvió a caer en la Serie A este domingo, sufriendo una nueva derrota ante el Hellas Verona por 3-2, lo que deja al equipo 'giallorosso' muy golpeado y a su entrenador, Ivan Juric, en una posición complicada.
Tras una victoria que parecía aliviar la presión contra el Torino el jueves pasado, el Roma se mostró inferior una vez más, especialmente fuera de casa, donde ha sido aún más frágil. En lo que va de temporada, solo ha logrado ganar cuatro partidos en todas las competiciones, todos en el Estadio Olímpico de Roma.
Ni Dovbyk, Dybala, Paredes, Soulé ni Angeliño pudieron evitar otra debacle de un equipo que ha estado a la deriva desde el inicio de la temporada, sumido en el caos tras el despido de Daniele De Rossi y la renuncia de la CEO griega Lina Souloukou.
Los malos resultados bajo el mando de Juric podrían llevar a otro despido si la situación no mejora de manera drástica y rápida. El equipo tiene un mejor nivel que el Verona y debería estar luchando por un lugar en Europa, pero en el campo no logra imponer su juego, mostrando un rendimiento muy por debajo de lo esperado.
Durante el partido en Verona, el Roma estuvo siempre a remolque. Se vio en desventaja por un nuevo error del polaco Nicola Zalewski, aunque logró igualar con un gol de Matías Soulé. Sin embargo, volvió a encajar y tuvo que esforzarse para anotar gracias a Artem Dovbyk. Finalmente, en el minuto 88, permitió el gol decisivo, sumando así su cuarta derrota en la Serie A, con un saldo de cuatro empates y solo tres victorias en un inicio de campaña muy decepcionante.
Paulo Dybala ingresó al campo en el minuto 67, pero no logró influir en el rendimiento del equipo.
Este jueves, el Roma se enfrentará al Royale Union Saint-Gilloise belga en la Europa League, donde ha conseguido un empate contra el Athletic Club de Bilbao y una victoria ante el Dinamo de Kiev.