El Barça dominó gran parte del partido en Montjuïc, cumpliendo con las expectativas en una primera mitad donde se mostró superior y efectivo.
Dani Olmo, con dos goles, y Raphinha, con otro tanto, encaminaron el partido desde temprano. Sin embargo, el Espanyol revivió en los minutos finales, generando cierta preocupación para el equipo de Flick, que mostró signos de relajación.
El Barcelona mantuvo el control durante la primera mitad y, al parecer, se confió en la segunda parte. El Espanyol, que salió con una defensa de cuatro y un mediocampista extra, aguantó al inicio, pero el Barça rompió su esquema rápidamente. En la última etapa del encuentro, el Espanyol aprovechó las concesiones del Barça, quien pasó de jugar a toda intensidad a un ritmo más lento, lo que generó un final más ajustado de lo esperado y cierta molestia en Flick.
Inicialmente, Flick realizó pocos cambios en su alineación, dando descanso a Koundé y confiando en Dani Olmo como mediapunta. Este último fue determinante, llegando al área desde la segunda línea y superando a la frágil defensa del Espanyol, que no pudo sostener el juego ofensivo del Barça por mucho tiempo.
El partido dio sus primeros momentos destacados cuando Lamine Yamal, desde la banda derecha, lanzó un centro perfecto que Olmo cabeceó a gol tras golpear el larguero. El segundo tanto llegó poco después, en un pase de Casadó a Raphinha, quien definió con un toque sutil.
Con el 2-0, el Barça bajó el ritmo, lo cual permitió al Espanyol adelantar sus líneas y crear algunas oportunidades, aunque con tres goles anulados por fuera de juego. El equipo local mostró una reacción que permitió al Espanyol acercarse y generar más presión en el tramo final, aunque sin lograr alterar el resultado final.