Las lápidas de los difuntos brillaron en la sombría noche.
Olor a flores frescas, oscuridad con rayos de luz iluminados por veladoras y nostalgia era lo que fácilmente se percibió en la Alumbrada edición 2024. De nueva a cuenta fue el panteón Guadalupe de Monclova, el protagonista, en donde se reunieron más de 6 mil personas para iluminar las lápidas de sus seres queridos, acompañándolos el Día de Muertos, sin importar que fuera de noche.
Catrinas y catrines. Este día no se perdió la tradicional costumbre de caracterizar una catrina, jóvenes, niños, niñas y adultos acudieron con largos vestidos o emblemáticos trajes simulando ser catrines, causando asombro entre los presentes, quienes al verlos querían guardar el momento con una fotografía. Los catrines caminaban entre los pasillos y las lápidas simulando ser aquellos quienes descansan eternamente en una tumba
Cuarta edición. Son cuatro años en los que se les ha permitido a las familias acompañar durante la noche del Día de Muertos a sus difuntos, la inauguración se dio a las 6 de la tarde. Este evento se ha convertido en una tradición que está siendo parte de las costumbres de Monclova y este año el éxito no fue la excepción.
Miles de visitantes. Era difícil caminar por el pasillo principal, las personas abarrotaban el camino para tratar de llegar hasta la tumba de aquellos que amaron en vida y recuerdan con mucho amor. De nueva cuenta fueron más de 6 mil las personas que se dieron cita en el cementerio.
Las velas iluminaron la oscuridad Luces color naranja, amarillas y demás colores iluminaron los habituales oscuros pasillos del cementerio, pero sobre todo las 'apagadas' tumbas que la mayor parte de año están oscuras y sin ningún acompañante con vida a su lado.
