En los últimos años, la industria del tabaco ha ampliado su gama de productos para captar la atención de nuevos consumidores, especialmente adolescentes y jóvenes. Aparte de los cigarrillos electrónicos y los vapeadores, un nuevo producto que ha cobrado popularidad son las bolsas de nicotina.
Introducidas en Estados Unidos en 2016, estas bolsas llegaron a México a mediados de 2024, despertando rápidamente el interés juvenil debido a su accesibilidad y facilidad de uso. No obstante, los expertos advierten que estos productos implican un riesgo considerable para la salud y que su regulación presenta desafíos.
La doctora Guadalupe Ponciano Rodríguez, Coordinadora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo en la Facultad de Medicina de la UNAM, ha hecho un llamado urgente sobre los efectos nocivos de las bolsas de nicotina. Ella explica que estas contienen una fibra vegetal impregnada con nicotina sintética y saborizantes, lo que permite su absorción al colocarse entre la encía y el carrillo. “Es crucial recordar que la nicotina es una droga potente que afecta el sistema de recompensa del cerebro, provocando adicción y una falsa sensación de bienestar. También está relacionada con el aumento de la presión arterial, el riesgo de enfermedades cardiovasculares y daños en la mucosa oral”, asegura la doctora Ponciano Rodríguez.
La atracción de las bolsas de nicotina para los jóvenes
A diferencia de los cigarrillos tradicionales, las bolsas de nicotina no generan humo ni olor, lo que las hace discretas y especialmente atractivas para los jóvenes. Además, muchas de estas bolsas vienen en sabores como menta, frutas y caramelo, lo que aumenta su popularidad entre el público juvenil. Estudios en Estados Unidos indican que el uso de estos productos entre estudiantes de preparatoria es cuatro veces mayor que en la población adulta, una tendencia que podría replicarse en México.
La doctora Ponciano destaca que las bolsas de nicotina no son menos perjudiciales que los cigarrillos convencionales. Mientras que el consumo de cigarrillos provoca efectos crónicos a largo plazo, los efectos de las bolsas de nicotina pueden ser más agudos y localizados. “Es solo cuestión de tiempo hasta que se identifiquen daños adicionales debido a un uso prolongado”, comenta, subrayando la necesidad urgente de establecer regulaciones claras para proteger a los jóvenes.
Un vacío legal y un problema de salud pública
En México, un decreto presidencial de 2023 prohibió nuevos productos de tabaco; sin embargo, las bolsas de nicotina han logrado eludir esta restricción. Al ser un producto de nicotina artificial y no de tabaco, existen vacíos legales que permiten su venta en tiendas de conveniencia, incluso con publicidad dirigida a los jóvenes. Esto constituye una violación directa al Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la OMS, que México firmó en 2005, el cual prohíbe toda forma de publicidad y patrocinio de productos relacionados con el tabaco y la nicotina.
La doctora Ponciano, quien preside el Comité Interinstitucional para la Lucha Contra el Tabaco (CILCT), ha enviado un comunicado a los legisladores instando a que se considere la regulación de estas bolsas. “Una vez más, la industria del tabaco y la nicotina utiliza tácticas encubiertas para atraer a niños, adolescentes y jóvenes hacia un nuevo y atractivo producto”, advierte.
¿Qué se puede hacer?
La falta de regulación y el atractivo de estos productos representan una creciente amenaza para la salud de los jóvenes en México. Según los especialistas, es esencial implementar políticas que prohíban la venta de bolsas de nicotina o, al menos, restrinjan su publicidad y acceso a menores de edad. Además, es crucial intensificar las campañas de prevención y educación sobre los riesgos asociados con el consumo de nicotina en todas sus formas.