Incentivos a la manufactura local créditos fiscales para empresas que produzcan en EE. UU.
Estados Unidos avanza hacia una de las elecciones más reñidas de su historia. Por el Partido Demócrata Kamala Harris, la exvicepresidenta de los Estados Unidos y la primera mujer afroamericana y de origen asiático-americano en ocupar este cargo, mientras que en el Partido Republicano se ubica el expresidente, Donald Trump, empresario, personalidad de la televisión y político estadounidense conocido por su influencia en el sector inmobiliario, su éxito en los medios y su enfoque controvertido en la política nacional e internacional.
“Vamos a traer a las empresas de regreso a nuestro país", ha sido una de las frases de campaña del candidato republicano y expresidente de Estados Unidos.
Además, ha lanzado proyectos de aranceles generales del 10 al 20 por ciento sobre prácticamente todas las importaciones, así como impuestos de entrada del 60 por ciento, o más, sobre los productos provenientes de China, como parte de sus acciones para impulsar la industria manufacturera.
Trump ha hablado, incluso, de imponer un arancel del 200 por ciento a las importaciones a Estados Unidos de las empresas que trasladen su producción a México, como los fabricantes de automóviles, y que recompensará a quienes fomenten la manufactura local con créditos fiscales.
De igual forma, ha dicho que de llegar a la presidencia buscará reducir la tasa impositiva corporativa del 21 al 15 por ciento para las empresas que fabrican sus productos en Estados Unidos.
Kamala Devi Harris
"Vengo de la clase media y nunca olvidaré de dónde vengo", ha mencionado la vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata, Kamala Harris.
Su postura general sobre aranceles refleja un enfoque pragmático que se basa en apoyar tanto la industria nacional como el comercio justo.
Entre los incentivos industriales ha mencionado como beneficiarios a aquellos sectores que "definirán el próximo siglo", como la bio fabricación, la industria aeroespacial, la inteligencia artificial, la computación cuántica, la energía nuclear avanzada y las baterías, entre otros.
Entre sus propuestas destaca el aumento a la tasa impositiva corporativa al 28 por ciento, como ya lo intentó hacer Joe Biden, aunque cualquier cambio general en el impuesto corporativo tendría que ser aprobado por el Congreso.
Harris ha expresado que cualquier arancel debe servir a los intereses de Estados Unidos y proteger a sus trabajadores y consumidores, especialmente en el contexto de la competencia con China.
La política de aranceles de Kamala Harris, como vicepresidenta, sigue un enfoque moderado que prioriza el beneficio de los trabajadores y consumidores estadounidenses mientras fomenta el comercio justo y competitivo.